SEUL
Estados Unidos, Japón y Corea del Sur reafirmaron ayer su alianza, sobre todo para presionar en bloque a Corea del Norte, a cuyo Gobierno volvieron a amenazar con endurecer las sanciones si realiza un segundo ensayo nuclear. Los ministros de Exteriores de Corea del Sur, Ban Ki-moon, y Japón, Taro Aso, y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se comprometieron en Seúl a aplicar con la mayor efectividad las sanciones que impuso el Consejo de Seguridad de la ONU a Pyongyang por su test nuclear del 9 de octubre.
Según dijo el ministro surcoreano, esta reunión «envía un fuerte mensaje de firmeza a Corea del Norte». «Un segundo ensayo nuclear de Corea del Norte empeoraría la situación, por lo que Pyongyang debe darse cuenta de que haría frente a las gravísimas consecuencias que se derivarían de ello», agregó Ban.
No obstante, Condoleezza Rice dijo que «queremos dejar abierto el camino de la negociación. No queremos una escalada de la crisis».
La secretaria de Estado estadounidense marca en Seúl la segunda etapa de una gira que le ha llevado antes a Tokio, y que hoy le conducirá a Pekín, antes de concluirla en Moscú. La visita de Rice a China es muy significativa, porque este país es uno de los aliados de Corea del Norte y se ha mostrado reticente a aprobar sanciones contra este país.
Después de China, Rice viajará a Moscú, otro de los aliados que le quedan al régimen norcoreano y al que la secretaria de Estado estadounidense también pretende recabar una mayor firmeza en la aplicación de las sanciones.
