Una mujer pide que le apliquen la eutanasia
GRANADA
Inmaculada Echevarría Ramírez, la mujer de 51 años que sufre distrofia muscular progresiva, lo que le obliga a estar postrada en una cama, considera que «no es justo vivir así», ya que su vida es «soledad, vacío y opresión». Por ello, pide que respeten su decisión de morir, porque es «libre» y «nadie tiene que meterse». El caso de esta mujer, nacida en Nafarroa aunque residente en Granada, ha vuelto a reabrir el debate sobre le eutanasia, una práctica que sigue sin estar legalizada en el Estado español. Inmaculada Echevarría, que está conectada a un respirador en el Hospital San Rafael de Granada desde hace nueve años, reclama con rotundidad que se le aplique la eutanasia y asegura «no tener miedo a morir» y que nadie le hará cambiar de idea. «Aunque en la vida hay que afrontar lo que viene y aceptarlo, yo no acepto que haya medios que mantengan mi vida», afirma. También exige respeto hacia su voluntad que, según explica, tenía «clara» desde los 29 años, cuando supo que no quería seguir viviendo así. «Pido que se me ayude a morir libremente y sin dolor», asegura Echevarría en una carta facilitada a los periodistas en la que mantiene que para ella la vida «no tiene más sentido que el dolor y la angustia de ver que amanece un nuevo día para sufrir y esperar que alguien escuche, entienda y acabe con mi agonía». La ministra española de Sanidad, Elena Salgado, sostiene que hay que cumplir la ley, mientras que expertos en Derecho afirman que existe «suficiente base legal» para que quedase impune penalmente quien ayudase a morir a esta mujer.
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