Jesús María Tomás Jiménez - Plataforma de la Ribera + Centrales No
Los síncopes de la política
Se define síncope como la suspensión momentánea o disminución de los latidos del corazón por falta de presión sanguínea que causa la pérdida de conocimiento. Verse sometido a una fuerte presión emocional suele ser uno de los motivos más habituales que lo provocan, siendo la política la actividad que más nos conduce a sufrir esta falta de riego. Son muchos los campos de la política que nos producen estos desmayos, pero es sin duda el del medioambiente uno de los que más síncopes produce al haberse convertido en una de las mayores preocupaciones de toda nuestra clase política, y ya se sabe que toda preocupación política lleva siempre aparejada graves peligros para nuestra salud mental y física.
Desde hace meses, todos los medios de comunicación dedican buena parte de sus informaciones a alertarnos sobre el irreversible deterioro del planeta y su consiguiente amenaza sobre toda forma de vida, del agotamiento de los recursos naturales, del calentamiento global, de la especulación obscena e incontrolada del suelo que favorece la ya preocupante deforestación y agudiza el problema de la escasez de agua... y se insiste en que ante tanta catástrofe que avanza incontroladamente, es preciso poner en marcha de manera urgente medidas eficaces que pongan freno a esas políticas depredadoras que vergonzosamente se siguen alentan- do por tantos gobiernos.
Es en este punto donde el Gobierno foral de Navarra que tantos años llevamos padeciendo nos provoca más síncopes. Así, nos presenta dos años más tarde de lo que debiera el nuevo Plan Energético de Navarra 2005-2010, en el que desmarcándose de todas las recomendaciones políticas que en todos los ámbitos internacionales se están dando en materia energética y medioambiental, apuesta descaradamente por la generación eléctrica por medio de centrales de gas de ciclo combinado, que son altamente contaminantes, que emplean para su funcionamiento un recurso energético del que carecemos totalmente, y que necesitan ingentes cantidades de agua.
Siguen apostando por ese suculento negocio empresarial que son las centrales térmicas y para ello apoyan la duplicación de las dos existentes en Castejón, no teniendo empacho en reconocer en el propio plan energético que la energía producida en Navarra a partir de 2003 gracias a las centrales actuales cubre las necesidades de la Comunidad Foral, por lo que buena parte de esa energía producida se dedica a satisfacer las necesidades del resto del Estado, pero sobre todo, la cuenta de resultados de Iberdrola e Hidrocantábrico, en las que de manera directa tienen intereses la derecha regionalista.
Pero tal vez donde más evidente se ve la pobreza intelectual de este gobierno, es en el hecho de que dan por supuestas las ampliaciones de las dos centrales de Castejón, desconociendo, por un lado, que la propia estrategia empresarial 2007-2009 de una de las eléc- tricas implicadas, Iberdrola, sólo tiene prevista la puesta en marcha de dos ciclos combinados: Escombreras (Murcia) y Castellón 4, y que por otro lado, la autorización para construir la nueva térmica a Hidrocantábrico tiene varios recursos contenciosos administrativos interpuestos por vulneración de la legislación administrativa y medioambiental, por lo que es una temeridad política afirmar que se va a construir cuando esa decisión corresponde tomarla ahora a los tribunales.
Por si esto fuera poco, se acaba reconociendo en el plan energético que en base a esas previsiones, para el año 2010 las emisiones de CO2 en Navarra serán de un 102’83 % superiores a lo establecido en Kioto, SIETE VECES MAS de lo que en él se dispone. En el colmo de la irresponsabilidad, acompañan al plan energético con un estudio de incidencia ambiental que admite que todo esto va a tener graves repercusiones sobre la calidad del aire en la Ribera, ya de por sí muy mala, y que en materia de calidad del agua la Ribera tiene numerosos puntos negros con deficiente calidad de aguas para su aprovechamiento como base de agua potable.
A pesar de todo esto, el silencio ha sido la respuesta de todos nuestros representantes políticos, seguramente porque consideran las térmicas como el mal necesario para abastecer de electricidad a ese otro gran proyecto en el que todos andan perdiendo el culo por colgarse la medalla, el corredor navarro de Alta Velocidad, donde las poblaciones pequeñas se verán perjudicadas en beneficio de las grandes capitales, creando mayores desequilibrios territoriales y desigualdades sociales, lle- vando a la desmantelación del tren convencional y la privatización ya anunciada y puesta en marcha de RENFE, dejándonos con la duda de saber a dónde necesitamos ir tan rápido. No sabemos si ese tren de alta velocidad que todos están como locos por traernos tendrá parada en el nuevo espacio de ocio en que van convertir la Ribera con sus proyectados campos de golf, lo que sí parece evidente es que los riberos, que siempre hemos tenido bastantes golfos representándonos, vamos a tener ahora también muchos golfistas. Lo difícil será saber de dónde vamos a sacar tanta agua, aunque conociendo la solvencia de nuestro gobierno, si no hay agua regarán con pacharán. -
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