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«El clima de la campaña fue tranquilo y no hay razón para pensar que esto vaya a cambiar durante esta jornada», aseguró en rueda de prensa Fernández, ex canciller y ex ministro de la presidencia de Bolivia.

Fernández destacó la masiva asistencia a la urnas que han detectado los observadores de la OEA y consideró que «Nicaragua tiene una tradición de alta participación en las elecciones y parece que en esa ocasión se va a repetir».

La mayoría de las juntas de recepción de votos se instaló entre las 6 y las 7 de la mañana, como estaba previsto, agregó.

Los cinco candidatos presidenciales votaron poco después de que comenzase esta jornada electoral en la que los nicaragüenses elegirán a su jefe de Estado, 90 diputados del Parlamento Nacional y 20 del Parlamento Centroamericano.

Sin embargo, todas las miradas estaban puestas en el candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el ex presidente Daniel Ortega, que declaró a la prensa al ejercer su derecho al sufragio que confía en ganar en primera vuelta.

Ortega, ejerció su derecho voto rodeado de una nube de periodistas locales y extranjeros, que que se desplazaron hasta el centro electoral 1661 para asistir al momento en el que el favorito según las encuestas depositaba su sufragio.

Ortega manifestó su confianza en que el pueblo de «Nicaragua ganará las elecciones», cuyos resultados se definirán en primera vuelta. «Vamos a tener a una Centroamérica más unida, tenemos plena confianza en que el pueblo nicaragüense va a ganar en la primera vuelta», declaró al “El Nuevo Diario”.

Según la ley electoral nicaragüense, para proclamarse presidente en la primera ronda el candidato vencedor necesita obtener el 40% de los votos válidos o el 35% con una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre el segundo aspirante.

El proceso de votación es muy lento y lleva una media de tres minutos por persona. Teniendo en cuenta que la media por mesa es de alrededor de 400 personas es posible que no no basten las diez horas previstas de votaciones.

El presidente de la mesa explica paso a paso a los votantes lo que tiene que hacer. Tras la entrega de la cédula de identificación, el presidente explica al votante la utilidad de las cuatro boletas: Presidenciales, dos de diputados nacionales y otra departamentales. Cada boleta tiene un color ­dos tonos de azul, un marrón y un negro­ que corresponde con el color grabado en las urnas de cartón.Luego tiene que marcar cada boleta, meterlas en urnas y, finalmente, empapar el dedo gordo de la mano derecha con tinta negra.

Un proceso largo que hace que las colas sean enormes, que haya gente que se desespere y que acaben por no vota. Como diría Borge, «la paciente impaciencia de Nicaragua».

Pese a la normalidad, en algunos sí hubo algunos problemas con determinados encuestadores de «organismo internacionales». Además de las típicas preguntas por la simpatía del voto, preguntaban por el trato de la junta receptora de votos, si les habían tratado bien, si habían tenido algún problema y si se lo habían «solucionado», etcétera. Pregunta esta muy tendenciosa si tenemos en cuenta la campaña abierta donde se quiere deslegitimar el proceso electoral y como consecuencia a quienes salgan elegidos.

Encuentro del sandinismo con organizaciones amigas

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Delegaciones políticas llegadas de Cuba, Venezuela, El Salvador, México, Bolivia, Euskal Herria y otros países de Europa, entre otros, tomaron parte en el encuentro internacional organizado por el FSLN con las organizaciones amigas del sandinismo. Al acto asistieron Juan José Ubeda fiscal ( interventor) general del frente, Samuel Santos responsable del área internacional, los comandantes Tomas Borge y Bayardo Arce, y Edwin Castro, jefe de la bancada sandinista y apoderado de la campaña.

Tomas Borge denunció que «dieciséis años de gobiernos liberales nos han traído un millón de niños analfabetos, de cada mil niños 80 mueren al nacer en Nicaragua, que comparados con los 10 de EEUU y los 5 de Cuba nos dan una muestra de la situación del país, y sin olvidarnos de las mujeres que mueren en el parto. Yo pido a mis compañeros que si en el próximo gobierno mejoran estos datos ya seria suficiente sin olvidarnos de otros temas como la educación, la cultura, la economía, etc. Si esto no se cumple pongo mi renuncia encima de la mesa ­indicó Borge­. Hay que dar prioridad a la mujer, a su situación y aquel sandinista que maltrate a la mujer hay que expulsarle del frente. Este gobierno será mejor que incluso el de la propia revolución, con prioridad para los pobres y lealtad con los compromisos empresariales».

Borge recordó que tras la derrota en los años 90 «algunos se fueron» pero otros «hemos seguido defendiendo los principios de Sandino y Carlos Fonseca. El lunes será el día del triunfo. Saludos de parte de Daniel Ortega y del FSLN», añadió.

Por su parte, el comandante Bayardo Arce se centró en los aspectos más técnicos de la campaña, valorando el trabajo realizado y en subrayar la estrategia de «paz y reconciliación» impulsada por los sandinistas. Arce, tras indicar que el frente tendría la victoria a su alcance, indicó que una segunda vuelta sería una «ruina para Nicaragua».

Como anécdota, en los días previos a la jornada electoral, en la frontera se esperaba la llegada de alrededor de cien autobuses cargados de emigrantes nicaragüenses que trabajan en El Salvador, que regresaban a su país para poder votar en estas elecciones.

Todo muy «democrático» si no fuera que los organizadores de la expedición de autobuses eran los ultraderechistas de Arena, fuerza política que no ha escatimado medios para aprovecharse de los pobres nicaragüenses comprando su trabajo a precios prácticamente feudales incluso a la hora de votar.