Carlos OSES | Director general de Ipar Kutxa
«El sector primario representa en Ipar Kutxa el triple de su peso económico»
Carlos Osés es el nuevo director general de Ipar Kutxa, una sociedad cooperativa de crédito que surgió de la mano de un grupo de baserritarras vizcainos en 1966. Emprende un nuevo rumbo que pasa por ampliar su campo de acción a Gipuzkoa y sin despegarse del sector rural. Osés presume de estar al frente de la entidad que menos comisiones cobra del sistema y mejores ofertas ofrece en créditos hipotecarios.
La cooperativa de crédito Ipar Kutxa, que tiene 6.277
socios y 132.054 clientes, ha cumplido 40 años de actividad en octubre. Acumula
un negocio bancario de 3.385 millones y cuenta con ochenta oficinas en Araba y
Bizkaia. Carlos Osés, nuevo director general, plantea un cambio de estrategia
para expansionarse hacia Gipuzkoa, sin olvidarse de su origen, que arrancó
cuando un grupo de agricultores y ganaderos de Bizkaia, que se agrupó en
cooperativa, sembró la semilla de lo que fue Caja Rural Vasca, que varió su
denominación en 2003. Este año cerrará con un beneficio neto de 7,9 millones, un
10,58% más.
Desde su pequeña atalaya, ¿cómo interpreta el elevado crecimiento de los beneficios del sistema financiero?
La banca, en general, de alguna forma está teniendo crecimientos importantes a nivel general del sistema, pero creo que en gran parte es debido a beneficios no recurrentes, un poco ajenos a la actividad bancaria, más relacionados con las participaciones empresariales y los ‘pelotazos’ de alguna forma, de operaciones de carácter más especulativo que propiamente del negocio bancario. La parte de nuestro beneficio es propiamente del negocio bancario al no tener Ipar Kutxa participaciones de carácter financiero. No hay más.
¿Cree que es normal que haya tantos beneficios?
Depende de cómo se midan. La verdad es que los crecimientos tan fuertes del sistema bancario no es que sean normales, pero se deben, en gran parte, a estos temas excepcionales; si tenemos en cuenta el nivel absoluto de la cuenta bancaria, su importe comparado con los activos totales medios que controlan son niveles de 0,80% y 0,90%. Tampoco son cifras exageradas. Otra cosa es que las medias absolutas entre un año y otro pueden ser excepcionales, aunque no tienen una calidad muy buena.
Ese baile de millones en algunos bancos, cajas y otras cooperativas ¿se ve con una cierta envidia desde Ipar Kutxa? ¿Qué pretende lograr con 10,22 millones de ganancias?
Nuestro objetivo nunca han sido los grandes beneficios, de hecho, en los últimos años venimos ofreciendo unos crecimientos moderados en los resultados por dos motivos. Uno, porque hemos tenido una deuda pública que compramos en los años 90, que tuvo una rentabilidad elevada, pero que está venciendo, y nos ha hecho reducir los beneficios extraordinarios. Actualmente solamente disponemos de beneficios recurrentes, propios del negocio bancario. Por otro lado, nuestro objetivo es ir aumentando el número de clientes que se acerquen a Ipar Kutxa para disponer de sus servicios financieros. El aumento de clientes es un objetivo principal. En este caso tenemos la ventaja de que las comisiones que cobramos son la mitad de lo que se cobra en el sistema financiero. Eso que se podría interpretar como una debilidad de la cuenta de resultados, es una fortaleza, en tanto en cuanto, se valora por nuestros socios y clientes como que no hay un abuso en el cobro de comisiones.
¿No está valorada Ipar Kutxa con los clientes actuales?
Siempre queda mucho. Tenemos dos tipos de clientes. El tradicional, muy vinculado al medio rural, el de toda la vida. Es bastante fiel. Nos valora positivamente. Luego está, sobre todo, el segmento que se va incorporando a través de los préstamos hipotecarios y que nos puede considerar como una caja normal. Es nuestra labor intentar vincularles más, para que perciban esta caja como la que les da un trato más personalizado, diferente y favorable.¿Es esa la diferencia? Una gran diferencia está en el trato, sin duda.
Pero, todos lo bancos y las cajas dicen lo mismo
Bueno. Otra cosa es cómo lo perciben los clientes. A nosotros sí nos perciben de forma diferente y las condiciones de los productos que les ofrecemos tienen una notable diferencia. Tenemos condiciones muy competitivas.
¿Ha tenido Ipar Kutxa, al ser una cooperativa de crédito, la tentación de entrar en MCC?
Nunca se sabe lo que vamos a hacer en el futuro, pero no nos planteamos nada de eso ni con MCC, ni con otras cajas de ahorros, ni con otro tipo de entidades bancarias. Hay una diferencia importante con ellos, por- que somos una cooperativa, pero diferente a MCC, en la que no sólo los trabajadores tenemos una participación, sino que también los clientes usuarios de los servicios bancarios pueden acceder a la condición de socio. Esa es la característica diferenciadora de nuestra caja.
En el plan estratégico consta una expansión hacia Gipuzkoa, en 2007. ¿Cuándo se contempla acceder a Nafarroa?
En el plan estratégico abordaremos la expansión de Gipuzkoa como una actuación en nuestro ámbito natural. Nafarroa, que también entraría en esa definición de nuestro espacio, cuenta con la Caja Rural Navarra. No somos de ese grupo, pero tenemos buenas relaciones. Creo que nos costará. No lo veo ni a corto, ni medio plazo.
¿Cuántas oficinas abrirá en Gipuzkoa en 2007?
Nos lo plantearemos en la resolución del plan estratégico. No veo aperturas de carácter reducido, una única oficina. Debiéramos de ser más ambiciosos.
¿En varios sitios a la vez?
Sí, sí. Lo que hicimos en Araba, donde más hemos abierto más proporcionalmente. Aumentamos de golpe cuatro oficinas en un año, lo que nos permitió hacer campañas de las que se beneficiaron al mismo tiempo.
¿Cuánto representan los agricultores en Ipar Kutxa?
El sector primario, tanto en baserritaras y en la industria agroalimentaria, viene a ser entre el 9% y el 10% de nuestro negocio bancario. Tres veces más del peso que representa el sistema agroalimentario en la economía y en el empleo. Es el triple, lo que está bien.
¿Está ya colapsado el crecimiento hacia ese sector que fue su origen?
Se pueden hacer cosas, pero debemos tener un cuidado muy especial con nuestros orígenes. El crecimiento bancario, en este sentido, está limitado. El sector ganadero en Bizkaia va en retroceso, y se nota bien.
¿Es así de claro?
Sí, porque lo vemos. Tenemos participaciones en empresas agrarias y les cuesta salir a flote, porque el mercado no crece. Los baserritarras no van a más, y lo único que pueden hacer muchas veces en este tipo de sectores maduros es ir arañando cuota a los competidores, con lo cual es muy difícil.
¿Cómo está en Araba?
También el sector agrícola y las cooperativas tienen dificultades, pero tienen más posibilidades en cuanto a la distribución. Podría haber algo más de actuación para nuestra caja. Creo que se tienen que dar alianzas entre las cooperativas agrícolas o una fusión que les pueda generar un poco más de negocio en la distribución, porque ahora está limitado.
¿Cuáles son las causas de ese retroceso en el sector primario?
Si comparas el nivel de vida de quienes se dedican a la Agricultura y Ganadería en relación a quienes tenemos un trabajo en otros sectores, Industria y Servicios, vemos que no es atractivo. Muchas horas de trabajo y los precios de la leche, cereales, etc, son los mismos que hace diez años. No les han subido sus ingresos, pero nuestros sueldos sí lo han hecho y se han ido actualizando. Además, los costes de producción del sector Primario han aumentado. Sus niveles de renta han quedado muy estancados. No resulta atractivo.
¿Se puede resolver esa pérdida del sector Primario, teniendo en cuenta que son imprescindibles para el medio rural?
Está claro. Efectivamente, parece que las ayudas de la PAC van por esa línea, en el sentido de que si ellos están realizando una actividad de protección del medio rural, que también se beneficien de ese esfuerzo que la sociedad valora. Por ahí habrá que seguir apostando.
De caja rural a caja de la vivienda, ¿no es mucho salto?
Muchos saltos.
¿Vivienda, porque es lo que más rentabilidad económica ofrece en estos momentos?
Bueno, sí. Venimos haciendo operaciones de crédito hipotecario y con la economía doméstica desde hace mucho tiempo. Creo que la banca se ha incorporado más tardíamente, pero al final el negocio es para todos. En cuanto al tema de los logos, que venimos poniendo como el que menciona de ‘Caja de la Vivienda’, iniciaremos un período de reflexión. Hemos encargado un estudio de mercado para ver cómo nos valoran a nivel de marca, de clientes y de servicios para verŠ, no para cambiar el nombre, porque nos encontramos a gusto con el de Ipar Kutxa Rural Cooperativa Crédito.
¿Pero el término rural ha desaparecido del nombre?
Creo que tendremos que incorporar atributos que nuestros clientes tradicionales del medio rural nos vienen valorando, sin dejar el concepto de Ipar Kutxa en euskara y que no está relacionado con una área concreta.
¿Va a cambiar el nombre?
No. Somos Ipar Kutxa Rural, lo que pasa es que ese apellido lo hemos ido desterrando y creo que lo tendremos que incorporar porque nos lo valoran.
Lleva veintidós de los cuarenta años de vida de la caja trabajando en ella, ¿cuáles han sido los cambios fundamentales?
Empecé en una oficina. La presencia del sector rural, digamos en el peso relativo del negocio bancario, era mayor antes. Muchos de los clientes, eran baserritarras. Nos empezamos a introducir en operaciones de crédito hipotecario, en la economía doméstica, pero nos relacionaban más con el tema rural. El cambio fundamental que se ha producido es que nos hemos introducido más en la economía doméstica de áreas rurales y todo el tema de gestión de riesgos.
¿Se han visto empujados a ese terreno por la falta de expectativas del mundo rural?
Bueno. Es un camino que debe adoptar una entidad financiera. Da igual si te dedicas a un sector u otro. Simplemente porque estás en un mercado que lo que hace es gestionar riesgos que antes no los considerábamos. Es un cambio interno.
«La fusión de las cajas vascas nos beneficiaráy podremos entrar en aquello que descuiden»
La eventual fusión de BBK, Kutxa y Vital Kutxa y la evolución económica de Ipar Kutxa son dos elementos de análisis de cara al futuro para Osés.¿Qué perspectivas económicas puede avanzar
para el próximo año? Venimos creciendo en captaciones de forma tradicional entre un 10% y un 11%, que está bastante bien con la media del sistema, que se encuentra en el 6% y 7%. En inversiones crediticias puede ser una media del 15% en los últimos años, en el último algo más. En inversión crediticia crecemos en un 18%, aunque el año que viene se contendrá un poco; costará llegar a ese porcentaje. En cambio, en la parte de captación de clientes, este año está siendo excepcional. Llevamos un 16% más. Será difícil que se mantenga en este volumen. ¿Qué beneficios contemplan para el próximo
ejercicio? Llegaremos a dos dígitos de resultados netos. En los últimos años tenemos crecimientos más limitados por el vencimiento de la deuda pública. Creo que en 2007 nos moveremos en los niveles de dos dígitos del 10%, lo que será razonablemente bueno. ¿El modelo de cooperativa les ha
beneficiado más en los resultados? Tenemos que explotar más las ventajas que tenemos, pero sí. La característica fundamental, desde el punto de vista de percepción del cliente, es buena y positiva. Ser cooperativa de crédito es un valor que deberíamos de aprovechar más ¿Cómo valora la eventual fusión de las
cajas? Soy de los convencidos de que se llevará a cabo. Con las próximas elecciones podrán abordarlo, y lo llevarán adelante. Es una estrategia que necesitan para poder acceder a ciertos mercados mayoristas y a ciertos clientes que les requieren un nivel de recursos propios mínimos superiores a los que tiene, incluso, en este momento la BBK. Desde el punto de vista de Ipar Kutxa, se nos puede abrir un hueco en nuestro mercado tradicional que ellos pueden no abandonar, pero si descuidar en ciertos momentos iniciales, porque tendrán el objetivo puesto en otros mercados más ambiciosos que en el que nos movemos nosotros. Creo que puede ser positivo para Ipar Kutxa, en serio.-
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