Mikel González volvió a jugar ayer en Liga con la Real más de un año después de dejar de hacerlo tras tres partidos sin fortuna. El arrasatearra no ha tenido suerte porque le ha tocado jugar sus cuatro encuentros en situaciones complicadas, pero ayer se vio a un jugador más hecho dispuesto a aprovechar unas condiciones muy buenas. Tiene todo lo que se le puede pedir a un central menos la experiencia. Es rápido, duro, decidido al ir al corte, tácticamente bueno, su juego aéreo es más que aceptable y además tiene una buena salida de balón. Cumplió en un partido difícil y agradeció jugar con Ansotegi como pareja por la compenetración entre ambos cuando jugaron juntos en el filial las dos últimas temporadas. - J.I.