Las venganzas se suceden una tras otra en Irak
·Aparecen los cuerpos de 21 chiítas secuestrados en la provincia de Diyala
BAGDAD
Los cadáveres de 21 chiítas secuestrados en la noche del viernes en una localidad de la provincia nororiental de Diyala aparecieron ayer. Según la versión policial, hombres armados a bordo de cinco vehículos irrumpieron en la aldea de Imam Mansour, a cien kilómetros de Bagdad y se llevaron a todos los varones, el menor de ellos de 12 años. Todos ellos fueron ejecutados.
No fueron estas las únicas ejecuciones «sectarias» de la jornada. Otros cuatro cadáveres aparecieron más al sur, en el área de Baquba. El cuerpo de una mujer torturada fue hallado en Kirkuk, capital del Kurdistán Sur.
El Gobierno colaboracionista decidió extender hasta el lunes el toque de queda, en vigor desde los sangrientos atentados antichiítas del pasado jueves. El viernes fueron los sunitas las víctimas de esta espiral de violencia alimentada por oscuros o quizás claramente diáfanos intereses.
Los sunitas responsabilizan de ella al Gobierno colaboracionista. Cada vez son más los chiítas que ven la mano de EEUU tras esta violencia.
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