DONOSTIA
Los números son los que son. El monto total del proyecto presupuestario presentado por la vicelehendakari de Lakua, Idoia Zenarruzabeitia, se sitúa en torno a los 9.000 millones de euros. El acuerdo con el PSE afecta apenas a 52,5 millones. Décima arriba, décima abajo, el tripartito obtiene el voto a favor de los 18 electos del PSE variando apenas el 0,6% de su propuesta inicial.Las partidas negociadas más importantes en cuanto a su importe económico corresponden a las obras y reformas en diferentes centros educativos (16 millones), a diferentes contratos-programa con la UPV (7,5 millones), al incremento en un punto de la Renta Básica (5 millones), a la creación de un Consorcio junto al Gobierno español para poner en marcha una fuente de espalación de neutrones (4,5 millones) y a la recuperación de orillas y encauzamiento de los ríos Urumea e Ibaizabal (2,8 millones).
En principio, la formación liderada por Patxi López retiró ayer su enmienda a la totalidad. No confirma que vaya a respaldar las cuentas el próximo día 28, aunque todo apunta a que así será. Joana Madrigal, que ejerció como portavoz del PSE, explicó que el acuerdo responde a «una apuesta estratégica para tranquilizar la vida institucional vasca y enderezar el rumbo de nuestra política».
Aralar, por su parte, ha alcanzado un acuerdo que moverá 30 millones de euros con una sola parlamentaria, el único compromiso de votar contra la enmienda a la totalidad del PP un «no» irrelevante cuantitativamente y el anuncio de que se opondrá al proyecto final por su disconformidad con el TAV.
«Es estratégico, va más allá»
«Está
claro que existe un pacto estratégico entre PNV y PSE» que «va más allá» de los presupuestos y que es «uno de los pilares de esta legislatura», señaló desde la tribuna de oradores Itziar Basterrika, portavoz de Ezker Abertzalea. Poco antes, el representante del PP, Leopoldo Barreda, había calificado el pacto entre el tripartito y el PSE de «acuerdo gratuito y vacío de contenido».Sus intervenciones tuvieron lugar durante la defensa de las enmiendas a la totalidad presentadas por sus respectivos grupos. Ambas fueron votadas por separado y rechazadas por el resto de formaciones, con la excepción de la abstención de Aralar en el caso de la propuesta de Ezker Abertzalea. De este modo, el proyecto del tripartito superó sin sobresaltos el primer trámite.
La vicelehendakari y consejera de Hacienda, Idoia Zenarrutzabeitia, fue la encargada de abrir el pleno en la Cámara de Gasteiz. Tras mostrar su satisfacción por los acuerdos alcanzados con el PSE y Aralar, criticó al PP por haberse «autoexcluido» de las negociaciones y a Ezker Abertzalea por mantener el «discurso más pétreo de la izquierda abertzale».
Desde las filas independentista, Itziar Basterrika apuntó que «el PNV tenía dos opciones». La primera pasaba por un acuerdo conEzker Abertzalea para «avanzar en la construcción nacional y social de EuskalHerria». La segunda, pactar con el PSE «para gestionar este viejo marco».
Para la portavoz abertzale, la formación jeltzale «decidió hace mucho tiempo con quién pactar o con quién no. No están en el ‘centro’, están en la ‘derecha’ y su único objetivo es gestionar una autonomía del Estado español».
Ricardo Gatzagaetxebarria (PNV) se descolgó indicando que su grupo «profundizará en la soberanía, pero en democracia y sin violencia. No tenemos nada que ver con ETA ni queremos saber nada de ella; nuestro nacionalismo es otro tipo de nacionalismo».
«En segundo plano»
En un turno posterior, Basterrika calificó el acuerdo de «cambio de cromos; el PNVrespalda en Madrid los presupuestos del PSOE y, a cambio, el PSE respalda los de Lakua. Nuevamente, las necesidades económicas de la ciudadanía vascan se quedan en un segundo plano».A su juicio, el proyecto al que se dio vía libre ayer impulsa «un modelo social basado en la precariedad» cuyos recursos «distan mucho de las necesidades mínimas para el empleo digno, el derecho a la vivienda y la cohesión social».
Añadió que «no tiene nada que ver con la sostenibilidad» y «se basa más bien en la especulación de unos pocos», al tiempo que criticó el enfoque sobre temas como política lingüística, la inmigración, el currículum educativo, Udalbiltza, Gaindegia o el espacio comunicativo vasco.
La portavoz de Ezker Abertzalea se dirigió a Ezker Batua y Eusko Alkartasuna para preguntar por qué siguen gobernando junto a un PNV que «no les necesita porque pacta las medidas más importantes con el PSE, en contra a veces de los proyectos políticos» de sus dos socios. En este punto, subrayó que EB se declara contraria al TAV mientras vota a favor de unas cuentas cuyo icono estrella es precisamente esta infraestructura fe- rroviaria.
En respuesta, Nekane Alzelai (EA) afirmó que «actuar dentro del sistema no quiere decir que aceptemos esta situación», mientras que Antton Karrera (EB), tras reiterar su rechazo a la «Y vasca», señaló que «hay que saber respetar a la mayoría».
El PP ve a ETA en todas partes
El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, apuntó que el Ejecutivo autonómico pacta con quienes «pueden tragar carros y carretas» y denunció la «importante carga política» del proyecto. En el tono habitual de su formación, Barreda criticó por ejemplo que se destinen partidas a «ikastolas en Navarra y Francia. Todo ello parece dirigido a una cercanía a un proyecto totalitario que es el de ETA-Batasuna, al que no se le formula la más mínima exigencia», sentenció.