Los grandes temas siguen en el aire
Los máximos líderes comunitarios celebraron ayer el último consejo del año, que marca a su vez el final de la presidencia finlandesa. A partir de enero será Alemania la que asuma el bastón de mando, y con ello dos materias de gran relevancia, que se han abordado en estos meses, y en el propio consejo, pero que quedan en el aire. Se trata, por una parte, de la Constitución Europea, y por otra, de la ampliación de la UE. Respecto al primer capítulo puede considerarse como todo un logro que el Tratado Constitucional, hoy congelado, haya vuelto a entrar en la agenda europea. Esto ocurre por primera vez desde que se produjera la gran crisis, tras el rechazo holandés y francés al Tratado. Sin embargo, lo cierto es que los 25 han hecho poco más que constatar la necesidad de que los tratados sean reformados para garantizar un funcionamiento más eficaz de la Unión. Son los grandes estados los que hacen más hincapié en la urgencia de esa reforma, descontentos como están con el reparto de poder decidido en el Tratado de Niza. De este modo, el consejo encarga a Alemania elaborar un informe en relación a la reforma, aunque lo único cierto es que, a día de hoy, los 25 no saben cómo salir del atolladero, lo que, como ocurre siempre que soplan vientos de crisis, hace que cobren más peso las propuestas en la línea de consagrar una Unión que funcione descaradamente a dos velocidades, con un grupo de cabeza que, profundizando en la integración política e institucional, ejerza de avanzadilla del Tratado. La dificultad para marcar una estrategia conjunta y el temor que ello plantea se hace extensible al otro gran tema que ha estado presente en este consejo, como es la ampliación. Los 25 han dado luz verde a la fase final de la quinta ampliación, que abre las puertas a Rumanía yBulgaria, a partir del 1 de enero de 2007. Aunque la decisión de ralentizar el proceso de adhesión de Turquía, adoptada a principios de esta semana por los ministros de Exteriores, ha permitido al consejo dar largas a la cuestión de hecho sólo se dedican 16 palabras a Turquía en el documento final lo cierto es que, contrariamente a lo ocurrido hasta ahora, la UE no tiene calendario con el que afrontar su extensión hacia los Balcanes. «Las futuras ampliaciones dependerán de la capacidad de la Unión de absorber nuevos socios». Una frase enigmática para referirse a una cuestión clave para la Unión que, al igual que la reforma de los tratados, sigue en el aire. -
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