Un viaje hacia el frío hace 45.000 años
Un equipo de dieciséis investigadores de diferentes nacionalidades, dirigido por expertos de la Academia de Ciencias de Rusia y la Universidad estadounidense de Boulder, ha encontrado «evidencias», como huesos y utensilios, de que los seres humanos, que aparecieron en el continente africano, se movieron por el este de Europa hace unos 45.000 años, según un estudio que publica «Science».
Las «evidencias» son una serie de piedras, huesos y utensilios de hierro que se han descubierto bajo una antigua capa de ceniza volcánica en el río Don, uno de los más largos de Rusia, concretamente en una zona situada a unos 402 kilómetros al sur de Moscú, según explica John Hoffecker, un paleontólogo del Instituto de Investigaciones Articas y Alpinas de la Universidad de Boulder (Colorado, EEUU), que forma parte del equipo internacional responsable del descubrimiento, junto con los científicos Mijail Anikovich y Andrey Sinitsyn, de la Academia Rusa de Ciencias.Los restos hallados en el área indican que Kostenski sería uno de los primeros lugares colonizados por el hombre africano en Europa. Se cree que los seres humanos modernos aparecieron en Africa, en el Gran Valle del Rift, hace 200.000 años. Según comentó Hoffecker, en Kostenski se ha encontrado también una colección de conchas perforadas para usos ornamentales y piezas de marfil de mamut en las que aparecen talladas lo que parecen ser las cabezas de pequeñas figuras humanas, que podrían representar las primeras piezas de arte figurativo que se realizaron en el mundo. «Aunque los restos humanos recogidos en los primeros niveles de la excavación se limitan a algunos dientes, que son difíciles de asignar a algún tipo humano específico, estos artefactos son, sin lugar a duda, el trabajo de seres humanos modernos», comenta John Hoffercker. «La gran sorpresa es la temprana presencia de humanos modernos en uno de los más fríos y secos países del continente europeo», destaca este investigador estadounidense, para quien Rusia constituía «uno de los últimos lugares en los que habrían esperado que los africanos se instalasen primero». No obstante, considera posible que hubieran colonizado ese lugar debido a que no ha- bían llegado a él los neandertales. «A diferencia de los neandertales, estos africanos eran mucho más desarrollados. Tenían la capacidad de crear nuevas tecnologías para afrontar el frío clima y la escasez de alimentos», señala Hoffecker, quien opina que «los neandertales que ocuparon Europa durante más de 200.000 años parecen haber abierto la puerta del continente a estos africanos». La zona de Kostenski, donde se han efectuado prospecciones arqueológicas en veinte lugares ubicados a lo largo del río Don, se está estudiando desde hace décadas . En trabajos anteriores fueron encontrados huesos del hombre moderno y utensilios con una edad estimada entre los 30.000 y los 40.000 años, restos entre los que se incluye el hueso de humano más antiguo hallado hasta la fecha.
Cambios en la dieta
Los primeros humanos modernos de Europa ampliaron su dieta para incluir pequeños mamíferos o verduras en lo que constituye una forma de «reinventarse tecnológicamente». La última excavación realizada en el entorno de Kostenski ha sacado a la luz pruebas que demuestran que los seres humanos modernos fueron quienes comenzaron a ampliar la dieta incluyendo la ingesta de pequeños mamíferos y pescado, una muestra de que empleaban sus «avances tecnológicos» tales como trampas y cepos para cazar liebres y zorros árticos, explotando así al máximo las posibilidades de sobrevivir en un medio con escasos recursos para la subsistencia. En cuanto al artefacto de hierro con cabezas de pequeñas figuras, descubierto en 2001, los investigadores consideran que quizás no fuera finalizado por la persona que comenzó a fabricarlo hace más de 40.000 años. Hoffecker, que considera este hallazgo como «una interesante pieza», piensa que, si se confirma esa teoría, podría convertirse en «el ejemplo más antiguo de arte figurativo nunca antes descubierto en el mundo». -
WASHINGTON
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