Ibarretxe cambia el lema tras el apoyo de Batasuna al acto de Bilbo
·Incluye la frase «Exigimos a ETA el fin de la violencia» y el PSE acepta la «rectificación»
La jornada política concluyó ayer bien entrada la noche después de que el anuncio de la asistencia de Batasuna descolocara a más de uno. La izquierda abertzale mostró su apoyo al lema inicial de la convocatoria de Ibarretxe, «Por la paz y el diálogo», porque se situaba en clave de impulsar el proceso político. Ese anuncio suscitó un reguero de declaraciones y presiones dirigidas hacia el lehendakari, quien comparecía a las ocho de la tarde para añadir al lema la siguiente frase: «Exigimos a ETA el fin de la violencia», lo que fue calificado de «rectificación» por el PSE, que acudirá a Bilbo.
GASTEIZ
Juan José Ibarretxe acabó cambiando el lema de la manifestación de mañana. Habrá que alargar la pancarta para que quepa el «Exigimos a ETA el fin de la violencia. Por la paz y el diálogo» en castellano y en euskara. Objetivo: dificultar la presencia de Batasuna, que en los días precedentes había quedado claro que disgustaba al PNV y que condicionaba la adhesión final del PSE.La secuencia cronológica de la jornada fue la siguiente: A las 11.30 de la mañana Pernando Barrena, acompañado de Joseba Permach, Joana Regeiro e Imanol Iparragirre, anunciaba que se sumaban a la manifestación por estar de acuerdo con el lema «por la paz y el diálogo». La decisión era ya conocida por Lehendakaritza, puesto que Batasuna se la había transmitido antes de hacerla pública. A los 45 minutos de que la noticia se propagara en los boletines informativos de las doce del mediodía, Lehendakaritza anuncia una comparecencia de la portavoz del Gobierno para las 13.15. En una brevísima intervención, Miren Azkarate, hablando en nombre del lehendakari y del Ejecutivo, pretende hacer un test a la buena voluntad de Batasuna, y le insta a que, de forma «pública y nítida», responsa «sí o no» a la pregunta de si «con su presencia en la manifestación solicita a ETA que declare el fin definitivo de la violencia para abrir una nueva oportunidad para lograr la paz». Las reacciones al anuncio de Batasuna siguen sucediéndose. Javier Madrazo califica de «insulto a la sociedad vasca» la decisión de la formación independentista y añade que pedirá al lehendakari la inclusión de un «No a ETA» en el lema. Aralar, por el contrario, no ve inconveniente en que Batasuna acuda a Bilbo. Por la mañana, ya el presidente del EBB, Josu Jon Imaz, había insistido en la idea de que la condición para la asistencia de Batasuna debiera ser el rechazo a ETA. Por la tarde, el portavoz en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, anunciaba que «si no responden, o responden que no» al emplazamiento del Gobierno de Lakua, el PNV no «desfilará» junto a Batasuna en Bilbo. A las cinco de la tarde llegaba el posicionamiento explícito del PSE, que anunciaba que no acudiría a la manifestación si no se cambiaba el lema y se incluía un rechazo expreso a ETA y se tomaban las medidas que hicieran imposible la presencia de Batasuna.
López exige una rectificación
En una rueda de prensa celebrada en Bilbo, Patxi López explicó que su partido no acudirá a la manifestación, a no ser que se «rectifique profundamente» la convocatoria. De no ser así, pidió al lehendakari que desconvoque esta manifestación «mal planteada a todas luces» para pedir una reunión urgente de «todas las fuerzas políticas democráticas» y pactar otros lemas y adoptar las medidas que hagan imposible que «nadie que no rechace la violencia esté presente en ella».«Ibarretxe puede rectificar aseguró, le ofrecemos fórmulas para hacer posible la unidad de los demócratas y que la unidad se exprese, con toda contundencia, en las calles y evitar así fracturas como las que padecimos hace siete años». Según dijo el dirigente del PSE, el lehendakari tenía que decidir «si quiere seguir manteniendo una manifestación con un lema que permite la asistencia de quienes no quieren desvincularse de una organización terrorista o si, por el contrario, está dispuesto a cambiar el lema de la mani- festación, expresando claramente y si ningún género de duda el rechazo a ETA para que los demócratas podamos participar en ella».
Y la rectificación llegó
A media tarde llegaba una nueva convocatoria desde Lehendakaritza. Juan José Ibarretxe había abandonado la Conferencia de Presidentes autonómi-cos en la que participaba en Madrid y volvía en coche hacia Gasteiz para comparecer a las ocho de la tarde.Ya no cabía siquiera esperar a conocer si había o no respuesta de Batasuna, cuyo plazo para contestar se había establecido de manera extraoficial por fuentes del Gobierno entre la tarde de ayer y la mañana de hoy. Según supo este diario, la formación abertzale preveía ofrecer su respuesta antes de este mediodía. Pocos minutos después de las ocho pequeño retraso que los periodistas aprovecharon para cruzar apuestas sobre cuál sería la decisión final, Ibarretxe se situó ante los medios para ofrecer una declaración institucional «con temple y con serenidad» en nombre de su Gobierno. Anunció tres emplaza- mientos. El primero de ellos a Batasuna. Tras apuntar que no había respuesta «suficientes horas después» de que Miren Azkarate les hubiera lanzado públicamente su pregunta, dijo que, por tanto, «no sabemos si existe o no mala fe» por parte de la formación independentista. Ante su duda, «la decisión del Gobierno anunció Ibarretxe es añadir la idea de que exigimos el fin de la violencia de ETA al lema, para aclarar, para complementar, para no permitir ninguna duda a la ciudadanía». Juan José Ibarretxe añadió que «si por parte de Batasuna existe buena fe y se admite este lema, será bienvenida. Pero si no se acepta tal y como está presentado, en todos sus términos, les solicito como lehendakari que no confundan a la ciudadanía, que se queden en casa. Lo digo con toda claridad y rotundidad». El segundo mensaje lo dirigió, «con todo respeto», al PSE. «A lo largo de todos estos días, desde que en nombre del Gobierno convoqué esta manifestación afirmó Ibarretxe, no ha hecho otra cosa que insultarme y descalificar la iniciativa. Incluso me ha llegado a llamar caudillo. No he contestado, no lo hemos hecho, a ninguno de estos insultos ni descalificaciones. Pero quiero decirles claramente que si no se respeta a quien hace la convocatoria, si no se respetan los objetivos de la misma, deberán actuar en consecuencia. Y algo más. Parece que al PSE no le importa la manifestación, el lema, quiénes van o quiénes no van.Parece que lo que les importa es que ha sido convocada por el lehendakari con el Gobierno, y me parece muy injusto», concluyó. El tercer llamamiento fue para la sociedad, para que acuda a la manifestación. Tras la rectificación del lehendakari, el PSE anunció que estaría en las calles de Bilbo respondiendo al cambio introducido. El PP, por su parte, mantiene su rechazo. Batasuna explicará hoy su posición ante la alteración de una convocatoria que consideraba asumible.
Batasuna y LAB mostraron su acuerdo con la idea inicial
DONOSTIA
Antes de producirse el cambio de lema, tanto Batasuna como el Comité Ejecutivo de LAB habían mostrado su adhesión a la marcha convo- cada para mañana en Bilbo, al considerar que el lema inicial era «adecuado» porque se situaba en clave de impulsar el proceso político y «en favor de una solución dialogada y negociada» al contencioso, según explicó el mahaikide Pernando Barrena. Barrena, que compareció en Donostia acompañado por Joseba Permach, Joana Regeiro e Imanol Iparragirre, anunció la adhesión de la formación abertzale a la marcha bajo el lema «Por la paz y por el diálogo», y animó, además, a todos los ciudadanos de Euskal Herria a secundarla. «El proceso político no puede quedar en una situación de impasse o dejarse para el futuro. El diálogo es urgente y hay que seguir para adelante», aseguró Barrena, quien consideró que es lo que desea la mayoría de la sociedad. «Compartimos perfectamente la necesidad de un escenario de paz, y para eso el diálogo y la negociación son herramientas indispensables», prosiguió. Para Batasuna, «el reto del momento, con más necesidad que nunca, es hacer viable el proceso; no hay otro remedio». Y por tanto, entendía que la marcha de mañana, con su lema original, se situaba «en clave de impulsar el proceso y de situar a la ciudadanía como protagonista». Dos valores que comparten.
Ante las preguntas de los periodistas sobre las declaraciones de partidos que condicionaban su participación a la presencia o no de Batasuna, Barrena incidió en que no pretendían generar ninguna polémica al respecto. «Es o no es prioridad» Al respecto de las advertencias del PSE, Barrena señaló que «si no participa en la manifestación por nuestra presencia no es responsabilidad nuestra. Habrá que preguntarles si su prioridad política es o no es que este proceso no tenga vuelta atrás». LAB también anunció su participación en la manifestación, y emplazó tanto a sus afiliados como a la ciudadanía a participar ya que «en una coyuntura difícil es importante que, desde una pluralidad ideológica, política y sindical, sigamos trabajando por el diálogo, por la negociación, por la paz y por la democracia en Euskal Herria». ANV, por su parte, anunció que no apoyaba la convocatoria «por parcial, por no manifestarse claramente por la ausencia de todo tipo de violencia y, sobre todo, por no apostar claramente por afianzar el proceso por encima de cualquier partidismo e intento de debilitar al contrario».
Respuestas y preguntas
Iñaki IRIONDO
Resulta difícil pensar que cuando hace una semana el lehendakari Juan José Ibarretxe decidió cortocircuitar otras convocatorias en ciernes para mañana sábado y filtrar que se ponía al frente de una manifestación con el lema «Por la paz y el diálogo» no contemplara la posibilidad de que la izquierda abertzale se sumara a la marcha. De hecho, existían precedentes. Hay por tanto que deducir que Ibarretxe contempló esa eventualidad y decidió apechugar con la misma, a pesar de las primeras presiones para que cambiara el texto de la pancarta. Cuando lo que era una hipótesis inicial fue tomando cuerpo de certeza, llegaron las amenazas del PSE de que si iba Batasuna ellos se marchaban y la orden de Josu Jon Imaz de «tomar medidas» para evitarlo. La margarita se deshojó en la mañana de ayer. Antes de anunciar públicamente su decisión, Batasuna llamó por teléfono a Ajuria Enea para adelantar su intención de acudir a la marcha. Conocido el dato, la portavoz del Ejecutivo de Lakua (el lehendakari estaba en Madrid compartiendo Conferencia de Presidentes con los de Murcia, La Rioja, Ceuta y Melilla, entre otros) convocó a los medios para lanzar a los cuatro vientos una pregunta y exigir una respuesta pública e inmediata: ¿con su presencia en la manifestación, Batasuna solicita a ETA que declare el fin definitivo de la violencia para abrir una nueva oportunidad para lograr la paz? No era difícil imaginar una respuesta en la línea de que con su presencia solicita el fin definitivo de todas las violencias e imposiciones que hay en Euskal Herria, pero las urgencias de Ajuria Enea hicieron que ni siquiera se esperara la contestación prevista para la mañana de hoy. Puestos a hacer preguntas, lo ocurrido ayer plantea unas cuantas. Yendo al fondo de la cuestión, se le puede inquirir al lehendakari si va a esperar a que ETA declare el fin definitivo de la violencia para buscar una nueva oportunidad para lograr la paz. O, en referencia a la convocatoria, ¿por qué agradeció la adhesión inicial al PSE que dijo no compartir el lema y condiciona ahora la de Batasuna? ¿Por qué no emplazó a López a pronunciarse sobre el diálogo entre todos los partidos para medir su buena fe? También se le puede preguntar al lehendakari si se siente más incómodo manifestándose junto a quienes no explicitan condenas a ETA pero sabe que trabajan para superar toda violencia, que acompañando a quienes «construyen imputaciones» para mantener secuestradas a personas en cárceles en las que se vulneran diariamente los derechos humanos. ¿Estamos volviendo a los tiempos del Pacto de Ajuria Enea? Y, por cierto, ¿quién manda ahora en Ajuria Enea? -
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