2007-01-12
Salvar el proceso, no la manifestaci�n
Cualquier persona que comparta la idea o el compromiso de que es necesario desarrollar un di�logo y un proceso pol�tico resolutivo que d� una salida real al conflicto y que, a su vez, construya un escenario de paz justa, estable y duradera en Euskal Herria, deber�a poder tener, al menos, el derecho de asistir a un acto cuyo lema era �por la paz y el di�logo�. Especialmente cuando esa manifestaci�n es convocada por un lehendakari (elegido, debiera recordarlo, gracias a dos votos de la izquierda abertzale) al que, como m�nimo, deber�a supon�rsele que busca representar al conjunto de la ciudadan�a. Parec�a l�gico pensar, asimismo, que esa convocatoria, con su lema inicial, iba dirigida a la sociedad y que, como ser�a de sentido com�n, buscaba la participaci�n del mayor n�mero de asistentes para reforzar lo que dec�a defender y recabar la mayor adhesi�n para conseguir tan loable objetivo. Y deber�a haber podido buscar todo ello sin permitir injerencias partidistas que exijieran derechos de admisi�n. Pero quiz�s estemos pecando de ingenuidad. Porque todos esos supuestos chocan hoy, y aqu�, con la m�s absoluta falta del inter�s com�n que, en buena l�gica, pod�a reflejar el lema inicial de la cita, y que exige el delicado momento pol�tico que atravesamos. La jornada de ayer fue pr�diga en situaciones y declaraciones surrealistas y un buen ejemplo a no seguir. No es de recibo pretender regular la libertad de expresi�n y los derechos pol�ticos de los ciudadanos, y eso es lo que, finalmente, ha vuelto a ocurrir. >>>
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