Durante los cuatro años camino de cinco que los guipuzcoanos llevamos inmersos en la polémica sobre incineradora No-Sí, los aspectos técnicos del debate en torno a otras formas de tratamiento de los residuos han sido ignorados por los partidos políticos.Dan por hecho que la única forma de tratar ellos prefieren decir eliminar los residuos es su combustión, por lo que restringen el «debate» a cuestiones geográficas. Esto es: «aquí sí; allí no»; un poco más allí mejor»... pero en realidad lo que están haciendo es «secuestrar» el debate sobre otros métodos de tratamiento e imponer la idea de que el problema es donde y no como.
Y de esa estrategia participan los tres partidos que «comandan» en la Diputación de Gipuzkoa y ahora también en el Gobierno Vasco, esto es, PNV-EA y PSOE.
Pero la polémica sobre la ubicación de la incineradora no es geográfica exclusivamente, sino que tiene un valor añadido: los votos. Es decir, se trata de una discusión geoelectoral. ¡Cuidado con tocar mi «caladero» de votos! Con esto quiero decir que los partidos que apoyan la incineración sólo dan el sí a esta infraestructura cuando pretenden instalarla en «otro territorio», en otro municipio, donde su caladero de votos no se vea perjudicado. Si por diferentes avatares, la incineradora «recala» en «sus municipios», los partidos proincineradores se apresuran a votar en contra de dicho quemadero de basuras. La máxima de estos partidos es «sí a la incineradora pero en tu patio».
Como ilustración, lo acontecido una tarde del mes de octubre: mismo día, prácticamente la misma hora y los referidos partidos (PNV-EA-PSOE) votaban y se posicionaban de manera ra- dicalmente distinta según el lugar. En el Pleno del Ayuntamiento de Lasarte, en contra de la incineradora en Zubieta y en la Mesa de Residuos del Ayuntamiento de Donostia, los mismos partidos, a favor del emplazamiento de Zubieta.
¿Qué razón ideológica no pidamos técnica puede explicar que los tres partidos voten en sentido contrario en Donostia y en Lasarte? Sencillamente, los 5 kilómetros que separan a ambos ámbitos de decisión.
Lo que es inocuo para ti es malo para mí. Saben perfectamente que los ciudadanos ni demandan, ni mucho menos desean este tipo de tratamiento, por lo que lo intentan imponer, pero siempre en otro municipio. No quieren aparecer ante su ciudadanía como los responsables de haberles endosado para 35 años semejante infraestructura.
Por eso el espectáculo titiritero de la incineradora: de Urnieta a Zestoa o Billabona; de Aritzeta a Landarbaso, de Zubieta Lasarte a Zubieta Usurbil. La incineradora es la ficha del parchís que siempre encontrará «acomodo» en la casa que les quite menos votos.
Si quemar basuras no es perjudicial, como defienden, ¿por qué los ayuntamientos de Urnieta, Villabona, Zestoa, Errenteria, Astigarraga, Hernani, Lasarte... no la quieren en su municipio? Sencillamente porque nadie quiere perder votos en su municipio con esa decisión. ¡Al carajo los estudios técnicos, ambientales y de impacto!
El espectáculo es lamentable. Los políticos saben que están actuando en contra de la opinión de la mayoría social. Por eso no quieren ni oír hablar de referéndum o consulta popular. ¿Para qué? Si ya saben el resultado.
En Zestoa por cierto, encomiable la valentía de su Ayuntamiento al convocar y acatar el resultado vieron claramen- te que los ciudadanos (87%) prefieren otro tipo de tratamientos. Por eso boicotean Irun, Hondarribia la realización de consultas populares. Saben perfectamente que los guipuzcoanos prefieren el esfuerzo de minimizar, reutilizar y recoger selectivamente sus residuos incluida la materia orgánica, antes que perjudicar el medioambiente, pagar el triple por las tasas de basuras e hipotecar la salud de aquellos a los que les «endosen» la incineradora.
Sabemos que es difícil que los políticos profesionales hagan caso al deseo de los ciudadanos, sobre todo si éste no coincide con sus intereses electorales. Pero la sociedad guipuzcoana ha demostrado que tiene mayor madurez, más respeto por el medio ambiente y sobre todo menos egoísmo que los políticos que nos gobiernan.
Este domingo en Usurbil volveremos a dejar claro que la mayoría no quiere la incineradora, que los cálculos de «recolección» de votos no pueden primar sobre el deseo y la preocupación de los ciudadanos, que para jugar a geoestrategas se compren un monopoly gigante y disfruten entre ellos las tardes de los domingos, pero que no jueguen con nuestra salud y nuestra voluntad.
Somos ciudadanos soberanos y queremos que se tenga en cuenta nuestra decisión.
Si el termómetro de las calles repletas de ciudadanos en contra de la incineración en Urnieta, Irun, Donostia, Errenderia, Astigarraga, y Lasarte y el domingo Usurbil no les es suficiente, que nos exijan el apellido, la firma, el voto en una consulta o lo que sea, que gustosamente les demostraremos que la mayoría no desea la incineradora.
Pero que no decidan por nosotros. -