Juicio por el «crimen de Valtierra»
Luis Pérez achacó al «Coletas» los disparos recibidos
·El encargado del bar La Strada negó haber recibido arma alguna del fallecido
En la sesión de ayer declararon varios vecinos de Valtierra, un conocido de los máximos acusados, y Javier Peralta. Los valtierranos afirmaron que Luis Pérez señaló al «Coletas» como autor de los tres disparos que recibió. Peralta, por su parte, negó haber disparado a Castillejo.
IRUÑEA
Un vecino de Valtierra, manifestó ayer, durante la tercera sesión de la vista que se celebra por el denominado «crimen de Valtierra», que Luis Pérez, una de las víctimas, dijo, cuando llegó herido a un bar, que el Coletas le había disparado tres veces. Según relató el testigo, quien el 27 de noviembre de 2002 se encontraba junto a varios amigos en el bar La Strada de Valtierra, sobre las 21.30 entró en el local Luis Pérez, quien, tras decir «Ayudarme, que me muero», se cayó al suelo mientras pedía que le llevaran a un hospital. Añadió, asimismo, que el joven manifestó que habían sido «unos de Zaragoza», y que se refirió a la persona que le había disparado como «el Choletas o el Coletas», para posteriormente advertirles de que Pablo Castillejo se encontraba herido en la cueva. Otros dos jóvenes que también estaban en el citado bar, si bien no oyeron el apodo del zaragozano, coincidieron en apuntar que la víctima llevaba unos grilletes puestos en una sola mano y que dijo que le habían pegado tres tiros. Según explicó el encargado del bar, Luis Pérez le entregó un bolso que portaba, y negó, ante la insistencia de las defensas de los dos principales acusados del doble crimen, que le hubiera asimismo entregado un arma. También dos vecinos de Valtierra, cuyo domicilio se encuentra a unos 100 metros de la cueva, relataron que sobre las 21.30 oyeron tres disparos y salieron a la calle, viendo cómo cuatro personas que se encontraban a la puerta de la cueva «huían a toda velocidad» en un BMW negro, al que pudieron coger parte de la matrícula.
Peralta negó haber matado
Por otro lado, uno de los médicos que acudió a la cueva afirmó que encontró a Castillejo agonizando mientras que el otro sólo pudo certificar su muerte. Por último, un vecino de Zaragoza contó que conocía a Javier Peralta y a Sánchez Uruñuela, y que éste le llamó con anterioridad a los hechos pidiendo consejo sobre unas armas que quería comprar. También aseguró que estuvo detenido junto a Peralta, donde «le oí llorar mientras repetía vaya marrón en el que me han metido». Peralta, a quien se le imputa el asesinato de Castillejo, negó durante su declaración ser quien acabó con la vida del joven, e imputó a un procesado, que se encuentra en paradero desconocido, la autoría del crimen.
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