ADDIS ABEBA
Mengistu Haile Mariam, que gobernó Etiopía desde 1977 a 1991, fue condenado ayer a cadena perpetua por «genocidio» por el Tribunal Federal Superior de Etiopía. En cualquier caso, parece difícil que Mengistu pueda ser encarcelado, ya que permanece exiliado en Zimba-bwe y el Gobierno de Harare señaló que «continuará siendo un invitado especial».Mengistu ha sido juzgado en ausenciajunto a otros 73 inculpados, de los que 14 han muerto desde que se inició el proceso en 1994.
El ex líder etíope encabezó el golpe militar que destronó en setiembre de 1974 al emperador Haile Selassie y en febrero de 1977 ocupó personalmente la Jefatura del Estado.
Hasta 1991, Mengistu recibió el apoyo de la UniónSoviética, pero trasla llegada de Boris Yeltsin al Kremlin y ante el avance de grupos rebeldes liderados por el hoy primer ministro y aliado de Estados Unidos Meles Zenawi, Mengistu huyó Zimbabwe, donde el Gobierno de Robert Mugabe le concedió asilo político.
Ahora, los jueces etíopes le han considerado culpable de «genocidio, homicidio, encarcelamiento ilegal y confiscación ilegal de la propiedad» durante su Gobierno, que es calificado como «Terror Rojo».
En concreto a Mengistu y once de sus colaboradores se le acusa de haber estrangulado con sus propias manos al emperador Haile Selassie y de enterrar su cadáver bajo los mosaicos de un baño en el palacio real. Asimismo, se la ha imputado fusilar en la plaza pública a sesenta funcionarios, ministros y miembros de la familia real etíope.
Junto a ello, se le ha considerado culpable de las torturas de miles de personas y la muerte de cientos, que fueron fusiladas o estranguladas y cuyos cadáveres aparecieron en las calles.