LOS ANGELES

La actriz comenzó su carrera con películas de bajo presupuesto y westerns, consiguió papeles más importantes en la década de 1950 y en los 70 obtuvo un rol clave en el musical de Broadway “Follies” de Stephen Sondheim, por el que ganó un premio Tony.

Pero los telespectadores siempre la recordarán como Lily Munster, la madre de la comedia “La familia Munster”, que se grabó entre 1964-1966. La serie era una galería de los personajes grotescos de Universal Pictures, incluyendo a Drácula y Frankenstein, en un hogar gótico cubierto de telarañas. Lily, con su estilo de vampiresa, presidía el hogar y era la piedra angular de su gentil y a veces torpe esposo Herman, interpretado por el actor de 1,95 metros Fred Gwynne. Aunque duró sólo dos años, la serie tuvo una larga vida gracias a las retransmisiones y derivó en dos películas.

La polifacética actriz inició su carrera a principios de los años 40 con pequeños papeles en la gran pantalla, y en 1945 emergió como una estrella con “Salomé, la embrujadora”, sobre una bailarina de Viena que se convierte en espía en el lejano oeste. Universal Pictures explotó su exótica belleza en producciones como “La esclava del desierto”, “Scheherazade” y “Casbah”, entre otras. También la contrató para westerns como “Frontier Gal”, “Black Bart” o “River Lady”, entre otras.