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La vieja guardia como torpedo para hundir al submarino amarillo
·Etxeberria apunta a acompañante de Urzaiz en ataque para este domingo ante el Villarreal
BILBO
Mané se ha caracterizado desde su llegada al Athletic por tomar decisiones basadas en el sentido común. Cuando las cosas funcionan es mejor no tocar demasiado, para poder sacar provecho del momento que atraviesan los jugadores. Así lo ha hecho hasta ahora. Urzaiz por partida doble y Etxeberria fueron los autores de los goles en Mallorca, y el técnico rojiblanco parece que piensa en ellos para formar la pareja de ataque este domingo ante el Villarreal. La vieja guardia, los jugadores del equipo con más tablas y que acumulan más de una década defendiendo los colores del Athletic. Mané está logrando remontar el vuelo y necesita de los futbolistas con más bagaje para seguir encauzando la nave rojiblanca.
Casas, con amigdalitis
A expensas de Yeste, que se ha perdido los últimos dos entrenamientos afectado por la gripe y Casas, que ayer no pudo ejercitarse por una amigdalitis, Mané organizó en Lezama un partidillo entre el presumible equipo titular y los suplentes. Para cubrir la escasez de efectivos, el entrenador rojiblanco ascendió del filial a tres futbolistas Arbilla, Beñat Etxebarria y Markel Susaeta. A uno de ellos, Arbilla, le colocó en el lateral izquierdo de los titulares pese a contar con la opción de Amorebieta y que su posición en el Bilbao Athletic es la de lateral derecho o central.Ese once estuvo compuesto por Aranzubia; Expósito, Sarriegi, Arbilla; Javi Martínez, Murillo, Iraola, Gabilondo; Etxeberria y Urzaiz. Enfrente estuvieron: Alba; Zubiaurre, Gurpegi, Amorebieta, Javi González; Susaeta, Garmendia, Iturriaga, Dañobeitia, Aduriz y Llorente. En la segunda mitad del ensayo, Urzaiz intercambió su posición con Aduriz y Arbilla con Zubiaurre. El partido terminó con victoria de los titulares, con dos tantos de Etxeberria en la primera parte y de Iraola tras una espectacular jugada personal y Aduriz en la segunda. Si en el Athletic el ambiente que se respira es formidable, en el Villarreal ocurre justo lo contrario. Un conjunto que, tras tocar el cielo la temporada pasada con las semifinales de Champions, camina cuesta abajo y sin frenos. Con tan sólo cuatro puntos más que el Athletic, una derrota en San Mamés sumergiría al denominado como submarino amarillo en una crisis en toda regla. Riquelme sigue enfrentado con su técnico y al Villarreal se le acumulan los problemas. Ha perdido a Nihat, Pires y Gonzalo para prácticamente toda la temporada y el domingo no podrá contar con Guille Franco expulsado en el partido de Copa ante el Valladolid, que perdieron por 2-1, Arruabarrena sancionado por acumulación de tarjetas y José Mari y Peña lesionados. Con este panorama a cuestas y los resultados que tampoco llegan, parece la ocasión propicia para superar al Villarreal. Aún más cuando el Athletic ha sabido aprovechar la situación que atravesaban equipos como Deportivo y Mallorca, echando por tierra la teoría del equipo aspirina que revitalizaba a los rivales que llegaban en su peor momento.
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