Maite Soroa
El baile de los lemas
El espectáculo de Ibarretxe, López e Imaz haciendo equilibrios sobre la cuerda floja para expulsar del paraíso de los manifestantes a la izquierda abertzale, además de resultar tragicómico, ha puesto al descubierto el verdadero afán que mueve a los estrategas de esos dos partidos. Y como el espectáculo resultó de opereta, Alberto Surio en “El Diario Vasco” explicaba que «la adhesión de Batasuna a la marcha provocó esta forzada y necesaria rectificación a remolque en buena medida de Imaz y del PSE que deja un regusto algo ridículo y una conclusión sobre los difíciles equilibrios en el PNV. El mismo Imaz tuvo que trabajar ayer a fondo para convencer al lehendakari del cambio de lema. El pulso no ha sido sencillo, no es anecdótico y revela un problema estratégico profundo sobre los futuros compañeros de viaje que el nacionalismo vasco aún no ha resuelto».El colectivo de profesores Elkarbide, en el que, entre otros, figuran personas del entorno del lehendakari Ibarretxe como Luis Bandrés o Ramón Zallo, publicaba en “Deia” un artículo escrito a buen seguro antes del baile de los lemas en el que se mostraban taxativos: «también apoyamos la manifestación y su lema porque no queremos falsear la escena pública con un lema unilateral de ‘ETA NO’, para acomodo de un PP que ha intentado, por todos los medios, reventar todos los esfuerzos colectivos por la paz». Y, por su parte, el editorialista de “El Mundo”
sentenciaba sin posibilidad de recurso:«Lo que una gran mayoría de los
ciudadanos espera es muy sencillo: que diga que los atentados son actos
criminales execrables y que se comprometa a luchar a fondo contra la banda
terrorista, dando por cerrada cualquier posibilidad de diálogo mientras él sea
presidente. La misma exigencia es extensible salvando las diferencias
al lehendakari Ibarretxe, cuya ambigüedad ha dado lugar a un penoso espectáculo
de división entre los partidos vascos. Anoche tuvo que cambiar el lema de la
manifestación de mañana en Bilbao para evitar la presencia de Batasuna.
Ibarretxe debería haber sido mucho más claro en su repudio a ETA y jamás debería
haber apelado al ‘diálogo’ para sacar a la calle a los ciudadanos vascos, una
invocación inaceptable en unos momentos en los que la banda vuelve a matar».
Ibarretxe debería preguntarse por qué termina haciendo caso al vocero del PP más
intransigente. Es bueno mirarse al espejo de vez en cuando. - msoroa@gara.net
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