KABUL. ­ La OTAN anunció ayer la muerte en nuevos bombardeos de 39 milicianos talibán en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán. La Policía afgana matizó, por su parte, que 13 de los 39 muertos eran civiles, aunque imputó su muerte a los talibanes, asegurando que eran «prisioneros». La OTAN cifró la víspera en 150 los talibanes muertos en otro bombardeo, registrado esta vez en la provincia oriental de Paktika. Contrastando con estos recuentos, la mayor parte de los 4.000 afganos muertos el año pasado eran civiles.