DONOSTIA

La donostiarra Lourdes Fernández, que se estrenará como directora de la feria, expuso ayer los ejes sobre los que girará ARCO 07: calidad, internacionalidad y firme apoyo a los coleccionistas. «Impulsar el coleccionismo, tanto el corporativo e institucional como el privado es vital», indicó Fer- nández. Prueba de esto es el aumento del tiempo reservado para las visitas profesionales. El día y medio que se les reservaba hasta ahora pasarán a ser dos días y medio.

En este sentido, Fernández adelantó que varias empresas e instituciones se han comprometido a adquirir obras que se expondrán en febrero en la feria.

El programa artístico es amplio: ARCO es el resultado de la aportación de la experiencia de los artistas consagrados y la frescura de los jóvenes talentos. Con respecto a los formatos, se podrán ver desde pinturas, dibujos, grabados, escul- turas, fotografías, vídeos, instalaciones y arte electrónico.

El arte emergente, como el electrónico y el audiovisual, gozarán de un escaparate propio: las secciones Proyectos y The Black Box han sido creadas con ese propósito.

Con respecto a las galerías vascas, la mayoría trabajan con artistas locales, aunque también promueven a artistas jóvenes y consagrados de otros lugares. Esta amalgama se re- fleja en la representación que llevarán a Madrid.

La Galería Altxerri, una de las precursoras en mostrar arte contemporáneo en Donostia, llevará a ARCO’07 la obra de cinco artistas: Alejandro Garmendia, Carlos Irijalba, Parmen Pereira, Eduardo López y Carmen Calvo. Esta galería es ya una veterana en la feria, ya que participa desde 1984.

La Galería Vanguardia (Bilbo), también con una larga trayectoria en ARCO, se mantiene fiel a su compromiso con las nuevas tecnologías. Reflejo de esto es la selección de artistas para la próxima feria: Jaime Davidovich, Iván Marino y Txuspo Poyo, los tres vídeo-creadores. El navarro Poyo, recientemente galardonado con el Gure Artea 2006, presentará uno de sus últimos trabajos. También participará el vizcaino José Ramón S. Morquillas, que a su vez está preparando una exposición individual, “L’air du temps”, que se exhibirá el próximo marzo en el Museo de Bellas Artes de Bilbo.

La también sala bilbaina Carreras-Múgica (antigua Colón XVI) lleva trabajando desde hace trece años y centra su actividad en la escultura. En ARCO mostrará los últimos trabajos de artistas consagrados como Richard Serra, Eduardo Chillida, Pello Irazu y Antoni Tàpies.

El responsable de la galería, Pedro Carreras, ha sido designado miembro del Comité Organizador de ARCO.

Windsor Kulturgintza mantiene el objetivo principal para el que fue creada en 1971, el de ofrecer un espacio a los artistas locales. Muchos de los que exponen actualmente en esta galería son ya artistas consagrados. Los que llevarán su obra a Madrid son: Néstor Basterretxea, José Ramón Amondarain, Ramón Carrera, Iñaki de la Fuente, Alejandro Garmendia, Iratxe Larrea, Pablo Milicua, Alberto Peral, Paco Polán, Sonia Rueda, Ignacio Sáez, Dora Salazar y Fernando Villena.

La Galería Trayecto, ubicada en el centro de Gasteiz, se dedica especialmente a promocionar y difundir prácticas creativas contemporáneas muy unidas al contexto socio-cultural y económico actual. Sus propuestas para la próxima edición de la feria son: Pep Agut, Ibon Aranbarri, Juncal Ballestín, Esther Ferrer, Juan Hidalgo, José Maldonado, Angel Marcos, Juan Luis Moraza, Néstor Sanminguel y Fernando Sinaga.

El galerismo en Nafarroa estará representado en ARCO por la sala Moisés Pérez de Albéniz. Ana Laura Aláez, Juan Ramón Amondarain, Ibon Aranberri, Txomin Badiola, Javiel Balda, Phil Collins, Jon Mikel Euba, Pello Irazu, Miralda, Muntadas, Itziar Okariz, Fernando Pagola, Txuspo Poyo y Angela Strassheim son los elegidos para mostrar sus trabajos.

Otra aportación vasca será la del cocinero Juan Mari Arzak, que dirigirá la cocina de la sala reservada a coleccionistas, compradores y personalidades del arte.

Por otra parte, La Fundación ARCO seguirá recopilando la visión de la feria que un grupo de fotógrafos reflejará con sus cámaras. Las obras formarán parte de la colección, actualmente depositada en Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, en Gasteiz.