Xabier ARAKISTAIN | Director del centro cultural Montehermoso
«Es de justicia social trabajar para solucionar el sexismo en el arte»
De un lugar a otro, atareado y exprimiendo el tiempo lo máximo posible, Xabier Arakistain, «Arakis», se hace poco a poco con el nuevo puesto de director del centro cultural Montehermoso. Arte, cultura y sociedad son los vértices sobre los que sustentará su tarea de gestor. Otra de sus metas es conseguir la justicia social para la mujer.
Dinámico y con las ideas bien claras, el
elgoibartarra Xabier Arakistain sustituye a Araceli de la Horra en la dirección
del centro Monterhermoso de Gasteiz.
¿Cuál es la razón por la que decide dejar de ejercer de comisario independiente y comenzar su andadura como director del centro cultural Montehermoso?
El trabajo de comisario independiente es muy interesante. Puedes hacer lo que te dé la gana y proyectos que te resultan de interés pero, a la vez, te dejas muchas cosas en el camino. Por ejemplo, ejerciendo de comisario independiente no puedes hacer políticas culturales continuadas, ni proyectos en línea de proceso porque estás continuamente cambiando. Es muy diferente, por lo tanto, trabajar en un centro cultural de la Administración pública, además que ponerte a desarrollar un proyecto. Me pareció que era un buen momento para probar el otro lado.
Durante los últimos años ha viajado a lugares como Budapest o Barcelona. Con su experiencia y conocimiento de la situación internacional del arte, ¿cuál ha sido la sensación que ha recibido de Gasteiz?
Sobre el mundo artístico en concreto, creo que hay un montón de agentes muy interesantes en esta ciudad. Y, posteriormente, la impresión que he recibido es la de que, como en todos los sitios, las mujeres están relegadas. El arte contemporáneo en el Estado español funciona con una financiación pública y la impresión que me da es que las mujeres no están en igualdad de oportunidades para acceder a lugares expositivos, a becas, a ayudas, a proyectos de producción. Desde que empecé a trabajar, hace 10 años, siempre he visto que éste es un problema que está sin solucionar. Es el problema del sexismo en el arte.
¿Qué solución propone para paliar el sexismo en el arte contemporáneo?
Me interesaba trabajar en un centro de la Administración pública para poder implantar este tipo de perspectivas porque me parece de justicia social básica. Tenemos que tener en cuenta que el feminismo ha sido la vanguardia que más ha transformado el arte en el siglo XX y que el arte es un material muy específico, que además está muy ceñido a la moda. ¿Qué ocurre? Que la justicia social se convierte en una moda en la década de los 90 y se llega a opinar que el tema de la mujer ya se ha tratado y hay que hacer otras cosas. Los temas de justicia social no pueden ser una moda. En el siglo XXI hay movimientos internacionales que se interesan por esta situación. Por ejemplo, el Museo Moderno de Estocolmo; mirando la colección que tenía, su director se dio cuenta de que el fallo residía en la falta de obras de artistas femeninas. También el Brooklyn Museun está abriendo un departamento de arte feminista para hacer justicia a la vanguardia histórica del feminismo. Por eso estamos trabajando para que lo global y lo local establezcan un diálogo del que nos podamos enriquecer todos y todas. Queremos establecer una red de actividades para que fuera sepan lo que hacemos aquí y nosotros sepamos lo que se hace en el extranjero. Creo que éste es el momento perfecto para emprender este tipo de políticas culturales en la Administración publica vasca.
¿Rompe esta nueva etapa con la línea de trabajo anterior del centro Montehermoso?
Lo que hacemos es inaugurar una nueva etapa y para ello nos hacemos eco del momento en el que vivimos. Lo que toca hacer ahora, en 2007, tanto por el bien de la comunidad artística, como por el bien de la ciudadanía que es la que paga este servicio público, es crear un cuerpo de trabajo sólido. Vamos a continuar impulsando las ayudas a la creación y a ampliar las líneas de investigación. En el Estado español no existe una historiografía del arte feminista y queda pendiente de investigar. Las únicas referencias son las de las artistas de Estados Unidos o el Reino Unido pero son contextos totalmente diferentes. Mediante la ampliación de estas ayudas vamos a visualizar a las mujeres que han quedado anuladas en el el recorrido histórico.
Usted propone un proyecto educativo pionero. ¿En qué consiste?
Y tenemos un proyecto educativo para acercar el arte contemporáneo a la ciudadanía que no entiende nada de arte contemporáneo. A partir del siglo XX el arte contemporáneo se complica mucho y requiere una serie de conocimientos específicos para decodificar qué es. Mucha gente por lo tanto está al margen de ese conocimiento, y creo que es importante que la gente disfrute del arte contemporáneo y de las ideas y preocupaciones que se vinculan a él.
¿Cómo se va a desarrollar?
La idea es amplia aunque concretar ahora es difícil todavía porque estamos en proceso. Puedo adelantar que serán visitas guiadas específicas y actividades relacionadas con la triada arte, cultura y sociedad desde la visión de género. Me parece un deber de los gestores del arte ofrecer un servicio público tanto a la comunidad artística como al resto de la ciudadanía.
Artium, Montehermoso y ahora el nuevo centro de expresión Krea. ¿Qué relación existe entre las tres instituciones culturales?
Cada uno tiene sus objetivos muy claros porque el ámbito de la cultura es muy grande, lo que no quiere decir que no hagamos cosas en común. Todavía estamos empezando. Es pronto. Tenemos que reunirnos y ver cuál es el mejor servicio que se puede ofrecer a la ciudadanía.-
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