LOS ANGELES
El helicóptero Blackhawk de las fuerzas estadounidenses que se estrelló el sábado al noreste de Bagdad fue derribado por insurgentes y las trece personas que iban a bordo y que murieron eran militares de EEUU, según informó ayer el diario “The New York Times”. El rotativo neoyorquino citó como fuentes a «un funcionario del Ministerio [iraquí] del Interior y a la Policía de la provinciade Diyala», que afirmaron que los insurgentes dispararon lanzagranadas o cohetes desde al menos dos puntos distintos para abatir el aparato.
Otros dos diarios estadounidenses, “The Washington Post” y “The Los Angeles Times”, citaron a testigos al informar de que la caída del helicóptero fue el resultado de un ataque y no un accidente. En cualquier caso, el Ejército de EEUU no confirmó esta versión y se limitó a asegurar que ha puesto en marcha una investigación.
Los primeros 3.200 soldados de refuerzo llegaronayer a Irak, al día siguiente del ataque al helicóptero.
Por otra parte, seispersonas murieron ayer al estallar una bomba en un minibús que circulaba por un barrio chií de Bagdad y otras diez resultaron heridas.
La bomba fue abandonada en un bolso por alguien que se bajó del autobús poco antes de la deflagración, según señaló la Policía.
Al Sadr acaba con el boicot
El Bloque Sadr, partido que obedece al clérigo chií Muqtada al Sadr, anunció ayer que termina el boicot de varios meses a las instituciones y que reanuda su participación el Gobierno y el Parlamento de Irak. El Bloque Sadr cuenta con tres ministros en el Gobierno y treinta diputado en el Parlamento y es uno de los principales apoyos del primer ministro, Nuri al Maliki.