NAIROBI
La iniciativa liderada por el magnate de la informática Bill Gates y la Fundación Rockefeller para invertir 150 millones de dólares para distribuir semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas para aumentar la productividad de las tierras fue duramente criticada por agricultores africanos. Según la organización Food First (La comida, primero), estainiciativa no mejorará la calidad de vida de los agricultores africanos, ya que los componentes químicos presentes en los fertilizantes y pesticidas «provocan la pérdida de la diversidad agraria, la base para la vida de los campesinos y el equilibrio ambiental».
«La estrategia de Gates y Rockefeller sólo servirá para desposeer por completo a los agricultores africanos. Su receta es completamente obsoleta», señaló la activista india Vandana Shiva.
«La revolución verde en la India [en los años setenta del siglo XX] destruyó la tierra más próspera del país y donde antes se sembraban hasta 250 variedades de semilla, hoy se plantan tres: maíz, arroz y algodón. No se produjo más comida. Hubo más arroz, pero menos legumbres», señaló Shiva.
«Los campesinos se endeudan para pagar las costosas semillas y fertilizantes, y con precios como los del algodón bajando están endeudados. Más de 150.000 agricultores se han suicidado en la última década por la desesperación de sus deudas; otros están vendiendo sus riñones para pagarlas», agregó Shiva.
Ataque a la biodiversidad
«¿Es esto lo que queremos para Africa?», preguntó Shiva, quien defendió que «se puede producir más comida trabajando con la tierra, no contra ella; preservando la biodiversidad, no destruyéndola». En este sentido, Shiva remarcó que ensayar una revolución verde en Africa no ayudará a los campesinos sino a las empresas productoras de pesticidas y a la industria multinacional de semillas, que generan beneficios millonarios.
Las palabras de Shiva fueron ratificadas por una delegación de campesinos de Etiopía, que defendió «la vuelta a un sistema libre de fertilizantes».
«Tuve que vender mis vacas para pagar los productos químicos», dijo Borena Gergera, procedente de la región de Oromo.
«Los agricultores deberíamos decir no a toda imposición que reduzca la variedad de semillas que podemos plantar», agregó Gergera.
Lostimbales africanos no dejaron de sonar durante la primera de las cuatro jornadas dedicadas a los debates del foro, que se celebra en un complejo deportivo a unos 18 kilómetros del centro de la ciudad de Nairobi, y que comenzó con colas de hasta dos horas por parte de algunos asistentes al Foro Social Mundial para poder registrarse.
Algunos de los actos previstos para primera hora de la mañana de ayer no tuvieron lugar, pero según avanzaba el día las casetas fueron llenándose de gente, panfletos informativos, objetos de comercio justo a la venta o artesanía africana.
Está previsto que más de 100.000 personas concurran a la séptima edición que el FSMestá celebrandoen Nairobi. Están programadas más de 600 actividades diarias organizadas por los movimientos participantes, que aparecen en una guía elaborada como un grueso periódico de 176 páginas.
En él se detallan los debates, mesas redondas y exposiciones, que giran sobre temas como las agresiones a las mujeres, el derecho a la tierra de las poblaciones indígenas africanas, la promoción de los derechos humanos o el papel de las organizaciones no gubernamentales en la lucha contra el neocolonialismo en Africa.
NAIROBI
Participantes norteamericanos, africanos y asiáticos destacaron el papel que las radios comunitarias juegan en el desarrollo durante el taller organizado por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), según informó la agencia Púlsar.
Los asistentes al taller subrayaron que las radios comunitarias «acompañan y amplifican las luchas y las revindicaciones de los movimientos sociales».
Los africanos, por su parte, destacaron que este tipo de emisoras contribuyen al desarrollo comunitario, a la diversidad lingüística y añadieron que debido a la falta de servicios y a la concentración de medios, estas radios se convierten muchas veces en el medio de comunicación por excelencia.
Los asistentes estadounidenses recordaron que las radios comunitarias colaboraron en la asistencia durante la emergencia social que dejó el huracán Katrina.
Aleida Calleja, fundadora de la radio indigenista de México, subrayó que el desafío de estas radios en materia de legislación es crear estrategias para lograr su reconocimiento.