MELBOURNE
Las derrotas inesperadas de la francesa Amelie Mauresmo y de la rusa Svetlana Kuznetsova transportaron al trono mundial a la rusa Maria Sharapova, que aunque ceda en su próximo encuentro saldrá del Abierto de Australia coronada de nuevo, mientras que Roger Federer no perdió el tiempo con la sensación serbia Novak Djokovic. Semifinalista en los dos últimos años, Sharapova se ha beneficiado de dos victorias de dos jugadoras de 19 años que apenas contaban. Dos bombazos que sacudieron la jornada.
El primero llegó por parte de la checa Lucie Safarova, 70 del mundo, que venció a Mauresmo por 6-4 y 6-3, y el segundo de la israelí Shahar Peer, una soldado en su tiempo libre, que derrotó a la rusa Svetlana Kuznetsova (3) por 6-4 y 6-2.
La checa no empezó bien al dejar escapar a Mauresmo 4-1, pero fue capaz de remontar y disfrutar en una Rod Laver Arena donde conquistó al público. «Es increíble» dijo, «todavía no lo puedo creer, es la primera vez que juego en la Rod Laver Arena y cuando estaba calentando por la mañana me dije: ‘¡Guau, es una gran pista’!».
Una checa estará en las semifinales porque Safarova se enfrentará ahora con su compatriota Nicole Vaidisova.
Serena, intratable
Para Kuznetsova perder su servicio cinco veces fue clave para caer 6-4 y 6-2 ante Peer, que se convirtió en la primera israelí en alcanzar los cuartos de final de un Grand Slam.
Mientras, la estadounidense Serena Williams continua implacable en su regreso y sumó su tercera victoria ante una de las favoritas, esta vez contra la serbia Jelena Jankovic (11) por un rotundo 6-3 y 6-2. Serena se sintió «sensacional» sobre la pista. Hizo 31 golpes ganadores y sólo cedió una vez su saque. Pero el que exhibió de nuevo una solidez extraordinaria fue Roger Federer para sumar su victoria consecutiva 33 desde que perdió con el británico Andy Murray en Cincinatti el pasado año.
Federer derrotó al joven serbio de 19 años Novak Dkjokovic por 6-2, 7-5 y 6-3, en una fantástica exhibición de poder que dejó firmado su duelo en cuartos con Tommy Robredo.
Mientras, el estadounidense Andy Roddick superó al croata Mario Ancic, por 6-3, 3-6, 6-1, 5-7 y 6-4, y se medirá ahora con uno de sus mejores amigos, su compatriota Mardy Fish, con quien compartió piso familiar durante un año en 1999 y al que considera como un hermano.
Las carencias de Hewitt
El legendario tenista australiano John Newcombe cree que Lleyton Hewitt ha pasado su mejor momento y no podrá ganar otro Grand Slam si no cambia radicalmente su juego, una afirmación que también comparte el sueco Mats Wilander. Newcombe, campeón del Abierto de Australia en 1973 y 1975, dijo que la falta de consistencia de Hewitt y la carencia de un «gran golpe» ha hecho que su juego sea predecible.
Wilander, triple campeón en Australia, estima que «Hewitt necesita encarar su tenis de forma diferente. Su estilo de contragolpeador no es lo efectivo que fue en el pasado. Necesita un gran golpe», afirmó.