DONOSTIA
Una delegación de personalidades reconocidas de la cultura vasca visitó ayer a Iñaki de Juana en el Hospital Doce de Octubre de Madrid y, además de comprobar que el preso donostiarra ya está siendo sometido de nuevo a la alimentación forzosa, denunciaron el ataque contra la libertad de expresión que se está materializando con su caso. Segúninformó Laura Mintegi a GARA a su salida,De Juana ronda los 55 kilos y continúa con la firme determinación de proseguir con la huelga de hambre «hasta que esté libre en Euskal Herria». «Nos parece inadmisible que un sistema judicial, un Estado, una sociedad pueda dar por bueno que por escribir dos artículos se pueda condenar a uno a doce años y medio de cárcel. La palabra es libre y su uso no se puede castigar. No podemos admitirlo»,denunciaba la escritora vasca poco después de comprobar in situ la situación por la que atraviesa el prisionero donostiarra.
Mintegi informó de que durante la hora que estuvieron con él De Juana estaba siendo alimentado contra su voluntad mediante la sonda nasogástrica, atado de pies y manos. «Impresiona mucho», confesó.
De Juana se siente «violado»
De las declaraciones de la escritora vasca se deduce que el equipo médico del centro sanitario ya está aplicando la orden de la Audiencia Nacional de alimentar a la fuerza a De Juana, en la que se supone su tercera sesión y sobre la que alertaron los mismos médicos del Doce de Octubre por las graves secuelas que pueden deparar, llegando incluso a la muerte.
Laura Mintegi encabezó una delegación de artistas vascos ente los que se encontraban los escritores y músicos Asier Serrano, Fito Rodríguez, Gotzon Barandiaran, Paddy Rekalde, Iratxe Retolaza o Lutxo Egia.
Laura Mintegi fue rotunda al afirmar que «independientemente de quien lo emplee» es inadmisible la penalización del uso de la palabra, y alertó, tal y como defiende el donostiarra, sobre «el peligrosísimo precedente» que puede suponer la sentencia contra De Juana. Por ello, concluye que se debe denunciar este hecho «ante el que no se puede nadie quedar impasible», ya que, a su juicio, la sociedad que lo acepte «será una sociedad enferma».
«No admitimos que esto se pueda dar como algo normal en la sociedad», prosiguió Mintegi, a la vez que emplazó a las autoridades españolas a que «digan las verdaderas razones» de porqué mantienen aún encarcelado a Iñaki de Juana. Y es que el argumento de los artículos «no es de recibo».
Sobre el estado en el que encontraron al prisionero donostiarra que hoy cumple 87 días en huelga de hambre, la escritora vasca relató a este diario el impacto que causa ver a una persona atada de pies y manos y siendo alimentado a la fuerza. Según Laura Mintegi, De Juana ronda los 55 kilos de peso, y aunque su estado es de extrema debilidad, el donostiarra les comunicó que no piensa abandonar la protesta que lleva ejerciendo desde noviembre. «Nos ha dicho que se alimentará voluntariamente cuando esté libre en Euskal Herria», añadió.
Denunció, además, que De Juana siente «como una violación» cada sesión de alimentación, al ejercer la fuerza y ser en contra su voluntad. La pasada semana, la Audiencia Nacional no sólo determinó mantener su situación de prisión, sino que ordenó la tercera sesión de alimentación que el centro está aplicando ya, pese a la advertencia médica sobre el riesgo.