GIJON
Los dirigentes de la Corriente Sindical de Izquierdas Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala aseguraron ser víctimas de «un montaje policial y político que intenta criminalizar las protestas laborales y favorecer el cierre del astillero para construir edificios en primera línea de costa».
Ambos fueron juzgados el pasado lunes, acusados de causar daños durante las protestas laborales de La Naval de Gijón el 10 de marzo de 2005. La Fiscalía ratificó la petición de cuatro años de cárcel, multa de 30 meses y una indemnización de 5.600 euros, basada en el testimonio de tres policías. Alrededor de un millar de personas se concentraron frente al edificio de los juzgados en apoyo a los sindicalistas acusados de la destrucción de la caja de contactos de una cámara de vídeo para control de tráfico.
La defensa aportó un reportaje fotográfico y el testimonio de trabajadores de Naval Gijón y de dos periodistas que desmintieron la versión policial.
La defensa consideró inconsistentes las pruebas de la Fiscalía. Aseguró que el testimonio de los policías fue «contradictorio» y que estaba «orientado a buscar una condena con independencia de la verdad de los hechos».