Ira musulmana por una nueva redada policial en Birmingham
LONDRES
La Policía detuvo ayer a nueve británicos de origen paquistaní en Birmingham y dio por frustrado un supuesto plan para secuestrar a un soldado británico musulmán y decapitarlo, filmando su ejecución en vídeo, emulando así las tácticas de grupos islamistas rigoristas en el Irak ocupado.
El Gobierno británico señaló que la redada, en la que registró en plena noche decenas de pisos y cerró una librería musulmana y otras tiendas, vendría a darle la razón en sus constantes avisos de amenazas de atentados. La Policía británica ha protagonizado numerosas redadas similares desde los atentados del 7-J.
«Siempre es lo mismo, vienen a los barrios musulmanes, destrozan las puertas en plena noche. No les gustaría a ellos que sus madres y sus padres fueran sacados de la cama a mitad de la noche», denuncia lleno de ira Imran Khan, un joven vecino de la ciudad. Su amigo, Wasim Raja, insiste en la inocencia de su vecino, uno de los detenidos. «Le conozco desde niño y no es de ese tipo de persona. Si tienen pruebas, OK, pero si no...».
«No queremos terrorismo pero tampoco este tipo de bombardeos mediáticos. Hace falta un equilibrio, porque estas redadas provocan miedo, particularmente por la falta de información», coincide un vendedor del barrio, Allah Dittah.
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