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Los expertos mantienen línea abierta con todos los agentes

El pasado martes un grupo de expertos internacionales en resolución de conflictos se reunía por la mañana en Gasteiz con el lehendakari. Por la tarde, en Bilbo, el especialista sudafricano Brian Currin mantenía un encuentro con Batasuna. La coincidencia no es sólo casualidad, sino muestra de la intensa actividad que mediadores de acreditada reputación están desarrollando en Euskal Herria. Todos ellos coinciden, además, en que el proceso no puede darse por roto.

Expertos internacionales en resolución de conflictos están manteniendo contactos fluidos con los agentes políticos vascos, aportando sus conocimientos y la experiencia adquirida en otros conflictos, algunos de ellos muchísimo más cruentos y aparentemente irresolubles que el de Euskal Herria. Su trabajo en ocasiones aflora a la luz, y otras veces se realiza con la mayor discreción.

Algunos de estos expertos, según ha sabido GARA, llevan años interesándose por la situación de Euskal Herria y, a tenor de lo expresado por las fuentes consultadas, tienen un conocimiento muy profundo -cabría decir que incluso sorprendente- de las interioridades de la política vasca.

Es el caso, por ejemplo, de Roelf Meyer, jefe negociador de la minoría blanca en el fin del apartheid en Sudáfrica y luego ministro con Nelson Mandela; de Andrea Bartoli, asesor del secretario general de la ONU; y de Brian Currin, jurista sudafricano que desde hace diez años viene ofreciendo sus servicios en el proceso del norte de Irlanda.

Roelf Meyer y Andrea Bartoli son en la actualidad miembros del grupo permanente de expertos que realizan labores de asesoría para el Gobierno de Lakua, que se completa con Albert Reynolds, ex primer ministro de Irlanda que impulsó el inicio del proceso de resolución en aquel país; Joanna Weschler, directora de investigación del organismo que examina al Consejo de Seguridad de la ONU; y Harry Barnes, del Centro Carter para la Resolución de Conflictos.

Según lo explicado a este diario por fuentes de Lehendakaritza, desde el Ejecutivo autonómico se venía manteniendo una relación con estos y otros expertos a fin de que aportaran ideas y estrategias bien para el desarrollo del proceso en general, o bien para buscar soluciones a determinados problemas.

Esto hizo que algunos de estos asesores iniciaran una dinámica previa de encuentros entre ellos, tanto de forma personal como a través de distintos medios informáticos, hasta que los cinco que el pasado martes se reunieron con el lehendakari decidieron por ellos mismos constituirse en un grupo permanente que trabajará directamente en lo relativo al conflicto que se vive en Euskal Herria. Esta decisión propia es entendida como una muestra del interés y del compromiso de estos expertos con la superación del contencioso vasco.

Agenda propia

Este grupo mantiene contactos con diversos agentes políticos y sociales vascos de manera independiente, sin contar con la mediación de Lehendakaritza, ya que algunos de ellos cuentan con su propia agenda de relaciones, fruto de visitas anteriores a nuestro país.

Además de los expertos que forman parte de esta asesoría permanente del Gobierno de Lakua, también otras personas de reconocido prestigio mantienen relaciones con agentes vascos. Es el caso del antes mencionado Brian Currin, de Matteo Zuppi, del movimiento de laicos católicos de la Comunidad de San Egidio (a la que también pertenece Andrea Bartoli) y de Julian T. Hottinger, mediador con experiencia práctica en el proceso de Euskal Herria, adjunto al grupo de expertos del Departamento Federal Suizo de Asuntos Exteriores. Según manifestaciones propias, también el sacerdote redentorista irlandés Alec Reid sigue realizando labores de búsqueda de caminos de solución.

Agentes vascos que han trabajado con expertos internacionales alaban su labor. Subrayando, por ejemplo, las claves que ofrecen para tratar de superar situaciones que se consideran verdaderos escollos en un proceso. En ocasiones, lo que, vivido en carne propia, se considera un obstáculo insalvable, en el contacto con estos asesores se comprueba que es un hecho que guarda enormes similitudes con los que ya se han producido en otros conflictos; e incluso la situación más descarnada se ha solucionado, a veces, manteniendo un discurso público de dureza al tiempo que se abrían contactos secretos. Algo de esto ocurrió, por ejemplo, en el encuentro que la comisión permanente de asesores mantuvo el martes con el Consejo Político del Gobierno de Lakua.

De ahí que a nadie deba sorprender que estos expertos destaquen que el proceso en Euskal Herria no puede darse por roto tras el ataque contra Barajas. También la izquierda abertzale se ha reunido de forma periódica con algunos de los expertos mencionados en estas páginas. Con algunos de ellos -como Brian Currin y Roelf Meyer- han mantenido encuentros públicos en Euskal Herria.

Años de trabajo


Pernando Barrena, de Batasuna, ha declarado a GARA que «durante varios años, en la perspectiva del trabajo que hemos hecho para crear condiciones para el proceso de resolución, hemos contactado con expertos en esta materia en muchas partes del mundo, y tenemos un conocimiento especial de los casos de Irlanda y Sudáfrica".

El mahaikide de Batasuna subraya que estas personas aportan su experiencia sobre cómo se ha llegado en otros lugares del mundo, en ocasiones con guerras muy cruentas, a encontrar soluciones que han contado con el consenso de las partes enfrentadas.

Barrena apunta que, «sabiendo que no hay experiencias que se puedan calcar", desde la izquierda abertzale han buscado con sus contactos saber más sobre qué vías se pueden utilizar para resolver aspectos parciales -presos, represaliados, víctimas, desmilitarización- y qué esquemas generales, de metodología, se pueden aplicar para avanzar en la resolución global".

Entre estos esquemas generales, Barrena destaca la necesidad de comprender «que hay distintas partes en un conflicto y que todas ellas tienen parte de razón, por lo que es necesario buscar qué planteamientos pueden servir para alcanzar acuerdos que satisfagan las aspiraciones de todas las partes. Es necesario buscar la intersección entre distintas culturas políticas que en ocasiones tiene un pasado de enfrentamientos de siglos".


Decision propia

Albert Reynolds, Roelf Meyer, Andrea Bartoli, Joana Weschler y Harry Barnes decidieron ellos mismos, tras diversos contactos preliminares, constituirse en un grupo permanente de asesores para el Gobierno de Lakua.

Aprender

La izquierda abertzale «lleva años contactando con expertos internacionales en resolución de conflictos en muchas partes del mundo" para aprender de las fórmulas que se han buscado para dar solución a contenciosos mucho más cruentos que éste.


Consejos comunes de asesores y mediadores

Asesores y mediadores que han pasado por Euskal Herria -Hottinger, Meyer, Reinolds, Zuppi, Currin...- coinciden en algunas bases comunes para que un proceso prospere. Es necesario crear una gran confianza entre las partes y que cada una de ellas tenga un liderazgo nítido. Hay que fomentar la propiedad conjunta del proceso y que en el resultado todos ganen. El inicio es muy importante. Hay que tener una agenda clara y hablar con quien tiene la capacidad de solución, sin criminalizar al otro. Y saber que en una negociación nada es gratis, no hay forma de no pagar un precio. I. IRIONDO I


El incidente del «incidente" muestra uno de los problemas del proceso vasco


La declaración que el grupo permanente de asesores de Lakua realizó el pasado martes se refirió al atentado de Barajas como «un incidente", lo que suscitó críticas públicas en algunos medios de comunicación e incluso la indignación de algunos periodistas, como pudo comprobarse por la tarde en la rueda de prensa de Brian Currin en Bilbo.

El uso de las palabras, del lenguaje, es sumamente importante en la resolución de conflictos. Matteo Zuppi, que ha trabajado en situaciones tan difíciles como la de Mozambique, considera que «la criminalización del otro a través de la propaganda y la prensa no ayuda nada. Muchas veces produce una excitación de sentimientos que luego vamos a pagar si llegamos a la paz". Sin embargo, en el Estado español se ha fomentado la adjetivización negativa del independentismo vasco, al tiempo que se ha buscado convertir a los medios de comunicación en agentes beligerantes. Baste recordar, por ejemplo, que todos los denominados «pactos antiterroristas" (Decálogo de Ardanza en 1985, Pacto de Madrid de 1987, Pacto de Ajuria Enea de 1988 y Pacto PP-PSOE en 2000) han solicitado «reflexión" y alineamiento a los medios de información. Por eso en la prensa española sorprende e indigna que una bomba sea calificada como «incidente" en el contexto de un proceso de paz y no como «criminal y execrable atentado". Es una cuestión de cultura periodística. La BBC, por ejemplo, considera que su deber es utilizar un lenguaje neutral y ni siquiera emplea el término «terrorista" porque puede dar impresión de parcialidad. Por eso la BBC, «The New York Times", «The Washington Post", «Der Spiegel", CNN, Reuters o Asociated Press y otros medios se refieren a ETA como «organización separatista vasca". Sin embargo, TVE considera que «el tratamiento aséptico, pretendidamente equidistante entre terroristas y demócratas provoca el efecto contrario de la objetividad y acaba siendo manipulador de la realidad sobre la que se informa", por lo que recomienda «contextualizar las noticias", es decir, añadir la excitación de la que hablaba Zuppi.

I. IRIONDO

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