El fútbol italiano se encuentra conmocionado por la muerte de un policía en los incidentes que se produjeron en el derbi entre Catania y Palermo el viernes por la tarde y se han suspendido todas las competiciones «por tiempo indeterminado" hasta que cese la violencia, según aseguró el comisario extraordinario de la Federación Italiana, Luca Pancalli.

No es la primera ocasión en que sucede algo similar. El 5 de febrero de 1995 también se pararon todas las competiciones en señal de duelo y reflexión por la muerte de un aficionado del Génova durante el encuentro entre su equipo y el Milán, que fue suspendido tras el primer tiempo por la violencia desplegada en las gradas.

Se da la circunstancia de que, tan sólo seis días antes, un dirigente de un club del campeonato de aficionados siciliano falleció a consecuencia de los golpes recibidos por parte de seguidores al término del partido. En los prolegómenos del derbi entre Catania y Palermo fue homenajeado con un minuto de sielencio, pero ni eso ni el adelantó al viernes para no coincidir con la festividad de Santa Agata, patrona de la ciudad, y el desplazamiento de 1.500 policías para evitar incidentes, lograron que los aficionados introdujeran bengalas, cohetes y hasta un perro en el estadio.

Al parecer, los enfrentamientos se iniciaron con la llegada de los hinchas del Palermo al campo, ya que su equipo iba ganando y desató las iras de los cataneses. El partido tuvo que detenerse durante media hora y tras concluir con victoria para el Palermo, los enfrentamientos prosiguieron fuera del estadio momento en el que el policía fue alcanzado por un petardo en el rostro que le provocó la muerte.

A su vez, hay más de 70 heridos, de los que 60 son policías -según sus fuentes-, por los incidentes y una veintena de personas han sido detenidas. Entre ellos, nueve menores de edad. Todas las autoridades italianas han señalado su intención de tomar medidas drásticas para reanudar el Calcio.