ALAVES Primera derrota como local de los albiazules
Hasta Mendizorrotza parece haber perdido su eficacia
Los albiazules echaron por la borda la primera hora de partido. Perico adelantó a los andaluces y, aunque Wellinton y Aloisi tuvieron el empate en sus botas, las opciones de ascenso parecen difuminarse del todo
El Deportivo Alavés, tan acostumbrado últimamente a las continuas convulsiones, parece relajarse en exceso en ausencia de problemas y justo en la semana en la que Fabri ha tenido todo el tiempo que exigía para trabajar, hasta Mendizorrotza parece haber perdido su condición de amuleto y el Glorioso dio un grave paso atrás cayendo por vez primera como local y cediendo una desventaja demasiado grande respecto a los puestos de ascenso. El partido de ayer avaló esta teoría, ya que el equipo gasteiztarra tuvo el empate en sus manos en la doble ocasión imperdonable de Aloisi y Wellington, pero los de Fabri necesitaron verse por detrás en el marcador para reaccionar.
La puesta en escena albiazul volvió a ser bastante desesperante, con los jugadores dejando pasar el tiempo, cuando es precisamente eso, margen, lo que menos tienen tras echar a perder toda una primera vuelta. Así, pese a que no le queda otra que buscar los triunfos para seguir soñando con el ascenso, el Alavés se pertrechó en su campo a la espera de que un error del Málaga le diera la opción de jugársela a la contra.
Desde el primer minuto, el novedoso centro del campo compuesto por Elton y Carpintero hizo aguas y el equipo gasteiztarra no tuvo apenas el balón en sus botas. Silva e Hidalgo les ganaron claramente la partida y el habilidoso Sandro dirigió las acometidas andaluzas con total libertad de movimientos. Afortunadamente, el equipo de la Costa del Sol se presentó en Gasteiz sin Salva, -cedido al Levante-, y pese a gozar del dominio de la pelota, apenas tuvo profundidad. Porato no tuvo que intervenir en toda la primera mitad.
El equipo de Fabri, por su parte, confió todo a posibles acciones puntuales de sus jugadores ofensivos y éstas llegaron muy a cuentagotas, especialmente cuando Toni Moral percutía por su banda, siendo la más peligrosa la que, al borde del descanso, comenzó con una rabona del catalán. Wellington puso un pase de la muerte que se paseó por el área pequeña hasta que Rubén Navarro apareció en el segundo palo pero su remate, forzado, pegó en la red por fuera.
Mazazo tras el descanso
Lamentablemente, esta jugada volvió a ser un acto reflejo o un espejismo, porque la dinámica fue aún peor en la segunda mitad. Las ideas seguían brillando por su ausencia, tanto en el césped como en el banquillo, donde sólo se les ocurrió retirar a Elton para meter a Lacen en la línea de creación.
El único argumento para este cambio era el de frenar a un Sandro que seguía jugando demasiado libre. Pues bien, el canario fabricó la jugada del gol malacitano al minuto siguiente. El pequeño organizador metió un gran pase en profundidad a Perico y éste batió a Porato con un gran lanzamiento que se coló por la escuadra derecha.
Sólo a partir de ahí, cuando se vio en la necesidad de dar la vuelta a una situación que se le había puesto en contra, comenzó el Alavés a buscar la puerta contraria como debería haberlo hecho desde casi antes de que comenzara el partido.
Dada por perdida la batalla del centro del campo y la combinación, Fabri apostó por el juego directo dando entrada a Aloisi por Rubén Navarro y el Alavés comenzó a embotellar al Málaga en su área, aprovechando también el paso atrás dado por el joven equipo malacitano.
Sin ser muchas, las oportunidades creadas sí que fueron lo suficientemente claras para creer en el empate. Sorprendió, por poco eficaz y fuera de lógica la entrada de Jandro por Toni Moral, posiblemente el mejor albiazul del partido, pero el gol albiazul se cantó sin que el balón llegase a entrar en el minuto 86. Primero Wellington se quedó solo ante Arnau y el meta catalán le sacó una gran mano, mientras que el centro posterior tras el rechace dejó solo a Aloisi, esta vez ya sin portero, bajo palos pero su remate se fue a las nubes, quién sabe si con las opciones de ascenso albiazules.
Con la derrota de ayer ante el Málaga, el objetivo del ascenso está si no imposible, sí con un mínimo margen de error, porque el equipo gasteiztarra está obligado a ganar casi catorce partidos de los diecinueve que restan y el de ayer parecía uno de los más asequibles. Como no podía ser de otra forma, Fabri quiso transmitir un mensaje de optimismo y de fe en las posibilidades del equipo. «No podemos tirar la toalla, este equipo tiene caché y hay que seguir luchando hasta que matemáticamente no haya posibilidades. Dos derrotas consecutivas minan la moral de cualquiera, pero los equipos grandes deben saber salir", declaró el gallego.
Preguntado por las opciones que le ve al equipo, señaló que «La situación es que está difícil mirar hacia arriba pero no es determinante. Este equipo no es un muerto todavía", agregó el técnico albiazul.
En su análisis del partido, Fabri señaló que «la primera parte ha sido un poco floja por nuestro lado, aunque no hemos pasado muchos apuros. Hemos tenido problemas con sus pases interiores pero aún así no hemos sufrido. Nosotros a la contra sí que hemos llegado pero nos ha faltado acertar. En la segunda han llegado una vez y nos han hecho el gol y ahí ha cambiado todo".
En la parte final, Fabri se lamentó de que sí hubo oportunidades «quizá también algún penalti que no me atrevería a decir que sí ha sido", pero que no se acertó. «Ellos la metieron en la primera que tuvieron pero así es la Segunda"
También se quejó el técnico gallego de la mala puesta en escena que tuvo el equipo, como falto de ganas o de tensión. «Tal vez he echado en falta más ardor y más presencia en la primera parte. El equipo cuando más ha hecho ha sido tras encajar el gol. Al inicio podíamos haber hecho más, presionar un poco más arriba. Hemos apostado por el contragolpe y entonces no puedes tener el balón" se lamentó el técnico gallego del Alavés, que perdió su primer partido como local.