El Gobierno indonesio ha desplegado equipos médicos en lanchas de goma para atender a los barrios más afectados y hacer frente a la alta probabilidad de contagios entre la población, que carece de agua potable. A última hora de ayer las autoridades habían contabilizado al menos 20 fallecidos tras las lluvias torrenciales y cerca de 200.000 desplazados, personas que se quedaron sin hogar y se vieron obligadas a refugiarse del desbordamiento de los ríos.

La salida de los cauces ha sumergido bajo las aguas parte de la capital indonesia. Los equipos de emergencia trabajan entre una mezcla de agua y barro que alcanza hasta los dos metros de altura en áreas residenciales y comerciales de una ciudad en la que habitan 12 millones de personas. El desbordamiento de varios ríos que cruzan la capital ha llevado a improvisar balsas con trozos de madera para realizar operaciones de rescate, ante el escaso número de botes neumáticos disponibles.

 «Yakarta está ahora sobre el nivel el más alto de alerta", señaló un funcionario encargado de supervisar la subida del caudal de los ríos de la ciudad, Sihar Simanjuntak. Por otra parte, en Camboya también enfrentan las consecuencias de las intensas lluvias fuera de estación y la alta humedad, factores que han contribuido a que los casos de malaria aumenten un 22%. Los expertos señalan que las lluvias favorecieron la multiplicación del mosquito que transmite la enfermedad, principal causa de muerte entre los pacientes ingresados en hospitales.

Alerta por el calor en Colombia

Las condiciones climáticas extremas se dejan sentir además en Colombia, en forma de ola de calor de tal magnitud que las autoridades declararon ayer el estado de máxima alerta en los organismos de emergencia.

La jornada de hoy y los próximos dos días han sido calificados de «críticos" por las altas temperaturas y el peligro de incendios forestales. La ola de calor ha derretido toneladas de nieve del Parque Natural de Los Nevados, en el centro-oeste del país, donde las cumbres suelen estar cubiertas de nieve.