La Guardia Civil toma Altsasu y carga contra los participantes en un «triki-poteo"
Antes de que se diera inicio a la manifestación convocada por el movimiento pro amnistia, en la tarde del sábado, Altsasu estaba «totalmente tomada por la Guardia Civil", según denunciaron los vecinos de esta localidad de la Sakana. Explicaron que los agentes del instituto militar español amenazaron con cargar desde el primer momento y actuaron de forma muy agresiva.
A la vista de la situación, y el despliegue «desproporcionado" de guardias civiles, se decidió que no era posible llevar a cabo la manifestación, que había sido prohibida por el juez Baltasar Garzón, pero se mantuvo el triki-poteo que estaba previsto por los establecimientos de la localidad. Unas 300 personas se juntaron, de taberna en taberna, a pesar de las insistentes trabas de la Guardia Civil, que incluso paró más de una vez a quienes iban tocando la trikitixa.
Cuando el triki-poteo llegaba a su fin y arribaban al último bar del trayecto, los agentes militares formaron una barrera impidiendo pasar a los vecinos de Altsasu, entre las protestas de los mismos. Tras varios minutos de amenazas por parte de los guardias civiles, el mando del instituto militar dio orden de cargar, y entonces se sucedieron los pelotazos y los porrazos, que dejaron en el camino numerosos heridos, la mayoría de ellos por contusiones.
Identificados
Muchos altsasuarras fueron también retenidos e identificados, al tiempo que las calles se iban llenando de gente del pueblo que no podía dar crédito a lo que estaba viendo.
Tras un tiempo de «tensión y enganchadas" entre los vecinos y los guardias civiles, éstos al final optaron por retirarse, entre gritos de «Alde Hemendik. Utzi pakean". Una vez que «fueron expulsados" de la localidad -según relataron a este diario varios testigos-, se realizó un breve acto.
Por su parte, la alcaldesa de Altsasu, Asun Fernández de Garaialde, anunció que llevará este asunto a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, prevista para hoy, y propondrá exigir responsabilidades a la Guardia Civil por su actitud hacia los vecinos y por «haber impedido el normal funcionamiento del pueblo". Santa Ageda bezperan, ohitura den moduan, koplak ahoan jende andana irten zen eskera. Okasioa baliatu zuten makina bat herritako taldeek ere presoen aldeko laguntza batu eta beren eskubideak aldarrikatzeko. Horixe, irudian batzen den Gasteizera plataformaren kasua.
A la vista de la situación, y el despliegue «desproporcionado" de guardias civiles, se decidió que no era posible llevar a cabo la manifestación, que había sido prohibida por el juez Baltasar Garzón, pero se mantuvo el triki-poteo que estaba previsto por los establecimientos de la localidad. Unas 300 personas se juntaron, de taberna en taberna, a pesar de las insistentes trabas de la Guardia Civil, que incluso paró más de una vez a quienes iban tocando la trikitixa.
Cuando el triki-poteo llegaba a su fin y arribaban al último bar del trayecto, los agentes militares formaron una barrera impidiendo pasar a los vecinos de Altsasu, entre las protestas de los mismos. Tras varios minutos de amenazas por parte de los guardias civiles, el mando del instituto militar dio orden de cargar, y entonces se sucedieron los pelotazos y los porrazos, que dejaron en el camino numerosos heridos, la mayoría de ellos por contusiones.
Identificados
Muchos altsasuarras fueron también retenidos e identificados, al tiempo que las calles se iban llenando de gente del pueblo que no podía dar crédito a lo que estaba viendo.
Tras un tiempo de «tensión y enganchadas" entre los vecinos y los guardias civiles, éstos al final optaron por retirarse, entre gritos de «Alde Hemendik. Utzi pakean". Una vez que «fueron expulsados" de la localidad -según relataron a este diario varios testigos-, se realizó un breve acto.
Por su parte, la alcaldesa de Altsasu, Asun Fernández de Garaialde, anunció que llevará este asunto a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, prevista para hoy, y propondrá exigir responsabilidades a la Guardia Civil por su actitud hacia los vecinos y por «haber impedido el normal funcionamiento del pueblo". Santa Ageda bezperan, ohitura den moduan, koplak ahoan jende andana irten zen eskera. Okasioa baliatu zuten makina bat herritako taldeek ere presoen aldeko laguntza batu eta beren eskubideak aldarrikatzeko. Horixe, irudian batzen den Gasteizera plataformaren kasua.
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