La prueba de Ispaster echó el cierre al calendario vasco de ciclocross a finales de enero. Sin David Seco en los circuitos, ha sido una temporada de luces y sombras. La consolidación organizativa y de participantes no ha venido acompañada de unos buenos resultados deportivos.

En el aspecto positivo hay que apuntar la consolidación de un buen calendario y que las pruebas han contado con una asistencia de público más que respetable. Esto último certifica que el ciclocross goza de buena salud al otro lado de las cintas.

Pero en lo deportivo se puede decir que el ciclocross vasco se ha estancado. La solución puede pasar por formar un grupo de corredores jóvenes y técnicos cualificados desde categorías inferiores. Lo ideal sería realizar concentraciones, test de campo y trabajar los aspectos técnicos, y el colofón realizar salidas fuera del Estado español, en Holanda y Bélgica.

Sin duda, la inesperada ausencia de Seco ha marcado la temporada. El especialista de Busturia se rompió la tibia a finales de octubre en Bélgica y, pese a que lo ha intentado por todos los medios, finalmente no ha podido pisar el barro. Sin el capitán, otros corredores han sido protagonistas.

En lo deportivo, el ciclocross vasco ha dado una paso atrás y la Federación Vasca y las territoriales tiene qué mejorar en la labor de formación. Afortunadamente, hay una cantera de calidad.

Yus y Ruiz de Larrinaga

Yus (Aidazu-BH) supo coger el testigo en el inicio del calendario vasco -victorias inaugurales en Pobes y Karrantza-, pero luego ha tenido muchos altibajos y no ha terminado de alcanzar un nivel óptimo.

La alternativa fue Ruiz de Larrinaga (Spiuk). Sin equipo en carretera, progresó y terminó por ganar cuatro carreras, sin bien en Ispaster se quedó sin Mundial, en beneficio de Yus. Un escalón por debajo ha estado otro rutero, Garrido (Spiuk), que también ha ido a más. Entre Yus y Ruiz de Larrinaga se han repartido ocho victorias -cuatro cada uno- del total de las 16 pruebas elite del calendario vasco.

Entre los sub 23, ha destacado Uriarte (Ibaigane Opel). A su edad, el vizcaino es un corredor explosivo aunque cada vez sabe medir mejor las carreras. Esta temporada, al igual que los corredores anteriores, ha sido irregular, y ha terminado con menos gas del esperado. En cualquier caso, estrenó su palmarés en el Campeonato de Bizkaia de Elorrio y ganó la Copa de España. Izagirre (Seguros Bilbao) y Gómez (Bikezona) han sido la alternativa. En categorías inferiores, hay que destacar la trayectoria de los juveniles Bravo, sobre todo, y Manjón, y de los hermanos cadetes Jon e Iñigo Gómez.

 Una de las buenas noticias de la temporada ha sido el brillante nivel ofrecido por Ione Mujika. La elgetarra ha dominado y era una de las favoritas cara al Campeonato de España de Alcobendas, pero una caída en la semana previa echó por tierra todas sus ilusiones. Las pruebas internacionalees este año han sido tres, Igorre, Asteasu e Ispaster, con ganadores de renombre como Nys, Heule y Labbe, respectivamente. El primero no tuvo rival en la Copa del Mundo de Igorre que, de nuevo, reunió a los mejores especialistas del mundo.

Sin Seco y Mujika, la selección de Euskadi naufragó en los Campeonatos de España. Ni Yus ni Ruiz de Larrinaga ni Uriarte respondieron a las expectativas, aunque se ganaron sendos oros en cadetes y juveniles. Un motivo para la esperanza y que debe de servir de impulso para una especialidad que sobrevive gracias a la dedicación, en casi todos los casos desinteresada, de clubes, organizaciones y un puñado de corredores.