De estreno
Josebe EGIA
Estamos de estreno y estoy deseando ver como queda nuestro txoko con los cambios del periódico. También hay tres mujeres en el mundo dispuestas a estrenarse cómo presidentas de sus estados. Ségolène Royal nos afecta directamente, puesto que aspira a presidir Francia. Hillary Rodham Clinton nos afecta por eso de que cuando EEUU se resfría el mundo estornuda. Rigoberta Menchú, aunque nos queda más lejos en el espacio, también nos afecta en lo íntimo. Ninguna lo tiene fácil.
Royal, quien tuvo que lidiar con las zancadillas de sus compañeros de partido en las primarias, sigue teniendo problemas hasta con su propio portavoz, al que suspendió de sus funciones durante un mes. «No es siempre fácil para una mujer establecer su autoridad", declaró. Su talón de Aquiles, que no lo sería para un hombre, es ser la compañera del primer secretario del PS. Posiblemente de aquí a las elecciones tendrá más ataques, como aquél de que evadía impuestos, desactivado al publicar su patrimonio.
Baja en las encuestas ante Nicolas Sarkozy -candidato de la derecha, presidente de la gubernamental UMP, ministro de Estado y de Interior y con acceso a todos los medios del Gobierno e información privilegiada-, aunque éste acusado de espionaje hacia ella y su equipo. Sarkozy lo ha negado rotundamente, pero se agarra al cargo, a pesar de la evidente incompatibilidad entre ser candidato y ser jefe del organismo encargado de organizar las elecciones, lo que hace ver que necesita estar en el poder para seguir adelante. Esta primavera saldremos de dudas y, aunque con una u otro para Euskal Herria no vayan a cambiar mucho las cosas, preferimos a Royal.
«Me apunto y estoy aquí para ganar", ha sido el grito de Hillary Rodham Clinton para las primarias de los demócratas en EEUU. Es la primera mujer que pretende ser presidenta y, como tal, se la medirá con dos varas: la de los políticos, hombres, y la que la juzgará como mujer. Veremos si consigue el apoyo de su partido para ser candidata en las elecciones de 2008.
Rigoberta Menchú, indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz, ha recibido la propuesta de varios partidos políticos para ser su candidata a la presidencia en las elecciones de setiembre. «Estamos estudiando con seriedad las propuestas antes de tomar una decisión", dijo Menchú, añadiendo que la decisión la tomará «en consenso con los compañeros", porque ella se debe «a los esfuerzos organizativos indígenas. Las y los indígenas guatemaltecos, víctimas del racismo y la discriminación, son la esperanza de un proyecto que puede cambiar las estructuras políticas y económicas de Guatemala".
Menchú es una de las personas de la vida política más reconocida por el pueblo guatemalteco. Aun así, su persistente lucha por los derechos humanos y contra la impunidad no despierta unanimidad entre la población. Se la admira y se la rechaza, como sucede casi siempre con quienes luchan por una sociedad más justa.
Estamos de estreno y estoy deseando ver como queda nuestro txoko con los cambios del periódico. También hay tres mujeres en el mundo dispuestas a estrenarse cómo presidentas de sus estados. Ségolène Royal nos afecta directamente, puesto que aspira a presidir Francia. Hillary Rodham Clinton nos afecta por eso de que cuando EEUU se resfría el mundo estornuda. Rigoberta Menchú, aunque nos queda más lejos en el espacio, también nos afecta en lo íntimo. Ninguna lo tiene fácil.
Royal, quien tuvo que lidiar con las zancadillas de sus compañeros de partido en las primarias, sigue teniendo problemas hasta con su propio portavoz, al que suspendió de sus funciones durante un mes. «No es siempre fácil para una mujer establecer su autoridad", declaró. Su talón de Aquiles, que no lo sería para un hombre, es ser la compañera del primer secretario del PS. Posiblemente de aquí a las elecciones tendrá más ataques, como aquél de que evadía impuestos, desactivado al publicar su patrimonio.
Baja en las encuestas ante Nicolas Sarkozy -candidato de la derecha, presidente de la gubernamental UMP, ministro de Estado y de Interior y con acceso a todos los medios del Gobierno e información privilegiada-, aunque éste acusado de espionaje hacia ella y su equipo. Sarkozy lo ha negado rotundamente, pero se agarra al cargo, a pesar de la evidente incompatibilidad entre ser candidato y ser jefe del organismo encargado de organizar las elecciones, lo que hace ver que necesita estar en el poder para seguir adelante. Esta primavera saldremos de dudas y, aunque con una u otro para Euskal Herria no vayan a cambiar mucho las cosas, preferimos a Royal.
«Me apunto y estoy aquí para ganar", ha sido el grito de Hillary Rodham Clinton para las primarias de los demócratas en EEUU. Es la primera mujer que pretende ser presidenta y, como tal, se la medirá con dos varas: la de los políticos, hombres, y la que la juzgará como mujer. Veremos si consigue el apoyo de su partido para ser candidata en las elecciones de 2008.
Rigoberta Menchú, indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz, ha recibido la propuesta de varios partidos políticos para ser su candidata a la presidencia en las elecciones de setiembre. «Estamos estudiando con seriedad las propuestas antes de tomar una decisión", dijo Menchú, añadiendo que la decisión la tomará «en consenso con los compañeros", porque ella se debe «a los esfuerzos organizativos indígenas. Las y los indígenas guatemaltecos, víctimas del racismo y la discriminación, son la esperanza de un proyecto que puede cambiar las estructuras políticas y económicas de Guatemala".
Menchú es una de las personas de la vida política más reconocida por el pueblo guatemalteco. Aun así, su persistente lucha por los derechos humanos y contra la impunidad no despierta unanimidad entre la población. Se la admira y se la rechaza, como sucede casi siempre con quienes luchan por una sociedad más justa.
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