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Consigna: nadar y guardar la ropa

Los rojillos optaron por sumar al menos un punto ante la visita del líder, en lugar de arriesgar buscando la victoria y salir trasquilados. Lo ocurrido en la primera vuelta ante el Real Madrid marcó a fuego la actitud del equipo a lo largo de los noventa minutos de juego.

BARCELONA 0
OSASUNA 0

Osasuna acabó con su racha victoriosa en El Sadar en un partido ante el líder, en el que las precauciones de la primera parte y el miedo de la segunda marcaron el devenir de los rojillos sobre el césped. Visto lo visto, el empate se antoja positivo, por cuanto dio la impresión durante muchos minutos de que era el objetivo de los de Ziganda.

El Barcelona tampoco es que arrasara sobre el terreno de juego, pero sí que fue imponiendo su criterio futbolístico conforme avanzaba el choque. Aunque falto de puntería ante la ausencia de un delantero centro nato en su alineación, el temor a una ráfaga de calidad de alguna de sus estrellas estuvo presente.

El control del esférico fue el caballo de batalla sobre el que pivotaron los primeros lances del partido. Ambas escuadras eran conscientes de antemano de la importancia del dominio del balón como un factor decisivo a la hora de encarar con garantías el envite.

Los culés, en su papel, abriendo mucho el campo por ambas bandas y Xavi haciendo de director de orquesta. Los rojillos, aguantando el tirón y tratando de sacar provecho a balones largos y jugadas de estrategia. Así estaban las cosas.

Los de Rijkaard sufrían en el juego aéreo -sendas faltas botadas por Puñal así lo atestiguaron-, con especial mención a un remate picado de Milosevic al cuarto de hora, que fue desviado por Valdés y al que por los pelos no llegó Miguel Flaño.

Pero Osasuna también padecía. Giuly volvía loco a Corrales, Zambrotta subía una y otra vez por el carril izquierdo, y Saviola se escurría entre los dos centrales a la espera del pase medido de Xavi o Deco.

Pugna esperada

 Era el toma y daca esperado. Milosevic se imponía por alto a Edmilson -ayer central- y Márquez, mientras el Barça inten- taba sorprender a la zaga navarra con velocidad, incluyendo algún que otro fuera de juego dudoso en su repertorio.

De los visitantes, el Pibito era el que más claro lo tenía. Balón que llegaba a sus inmediaciones, balón que encaraba la portería de Ricardo. Disparó a las manos del cancerbero madrileño en el minuto 29 y volvió a repetir suerte en el 40, esta vez saliendo cruzado el cuero.

 El valor de mantener la portería a cero se acrecentó del lado rojillo en la reanudación. Los de Ziganda apretaron más sus lí-neas atrás, lo que no fue sinónimo de mayor seguridad. La zaga dio más de una muestra de lo contrario, con indecisiones y cesiones defectuosas.

Los catalanes apretaban el acelerador -una victoria les sabía a gloria ante los pinchazos de Real Madrid y Sevilla-, con un incisivo Ezquerro, que remató colocado pero fuera (m. 61), y un Saviola que falló la ocasión más clara del partido (m. 63). El gol estaba muy caro. Osasuna apenas inquietaba la portería visitante, sólo un remate entre los palos en la segunda parte, mediante una lejana falta botada por Soldado (m. 72). Los minutos se hacían eternos, el acoso culé era continuo y encima entraba Eto´o a falta de seis minutos para el final. Los rojillos acabaron pidiendo la hora: punto ser punto.


Ziganda: «Ha sido un punto justo por el esfuerzo y el trabajo realizado"
José Angel Ziganda se mostró satisfecho por la labor realizada por los suyos frente a los campeones de Europa. «El punto es justo por el trabajo y el esfuerzo que hemos realizado, ya que ha sido un encuentro muy competido por ambas partes, cada uno con sus estilo", apuntó el míster rojillo. El de Larraintzar, que reconoció que su equipo bajó en los últimos diez minutos fruto del cansancio, valoró dicho esfuerzo, materializado «en las ayudas que han realizado todos los jugadores, con unas líneas muy juntas y que, pese a ser un equipo con hombres muy ofensivos, se han sacrificado todos por el conjunto". «El Barça ha tenido muchas dificultades para jugar y llegar, sobre todo en la segunda parte, en la que bien es verdad que hemos disparado menos a puerta, pero ellos también han estado menos en nuestro campo", señaló.

 El preparador osasunista destacó, asimismo, la entereza que mantuvo la escuadra navarra ante un rival con mucha calidad. «Estuvimos muy serenos y con mucha seguridad. Me quedo con la sensación de bloque y el ritmo impuesto". En lo que se refiere a la sequía de goles, que se prolongó una jornada más, el técnico restó importancia a este aspecto. «No pienso en que llevemos cuatro semanas sin marcar porque el equipo tiene calidad suficiente para volver a golear y hoy podíamos haber anotado alguna de las ocasiones de que dispusimos". El entrenador culé, Frank Rijkaard, también dio por bueno el punto cosechado. No en vano, «Osasuna ha ganado aquí contra buenos equipos y lo que más me gustó fue la buena actitud del equipo en un campo muy complicado".

 El holandés analizó el envite como un partido «con mucho ritmo, en el que las dos escuadras han salido con mucha mentalidad y concentración, dispuestas a no dar ninguna ocasión al rival. Ellos han hecho un juego directo y no nos han dejado muchas opciones". MATXIN

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