La propuesta de Batasuna
El editorial de «El País» empezaba ayer con una sentencia que, en parte, comparto: «Están ocurriendo demasiadas cosas y demasiado deprisa». Se refería a la propuesta expuesta por la comisión negociadora de Batasuna y, aunque no la aceptaba como buena, se distanciaba de los medios que la han acogido como si se tratara de una enfermedad contagiosa.
El editorialista de «El Diario Vasco» no ocultaba su disgusto porque «aunque la propuesta esté revestida de una apariencia posibilista, su fundamento ideológico evidencia el encastillamiento de la izquierda abertzale en sus planteamientos de siempre». Pero algo le mueve al nerviosismo cuando concluye que «el Gobierno debe evitar especulaciones que, por activa o por pasiva, puedan alentar falsas expectativas, propician el fanatismo de los más extremistas y desactivan a una ciudadanía sa- cudida a diario por las desalentadoras perspectivas derivadas del rebrote terrorista».
Y si así lo hacían los de la derecha vascongada, imagínense al de «Diario de Navarra», que veía «el `Caballo de Troya' que esconde la nueva puesta en escena de un plan que no tiene nada que ver con el artículo constitucional». Tienen que recurrir a los antiguos griegos para justificar su cerrazón.
Los de «La Razón» también mostraban su inquietud porque, dicen, los de Batasuna «son conscientes de que deben acompañar sus credenciales con alguna declaración renunciando al terrorismo como método» y «dado el dominio que los nacionalistas tienen del idioma español y de su riqueza polisémica para disfrazar las verdaderas intenciones, no cabe descartar una ambigua declaración batasuna en el futuro próximo». O sea, el español, idioma ideal para mentirosos. ¡Lo dicen en «La Razón»!
Tampoco tiene desperdicio el editorial de «Deia». Y es que, algo ha debido molestar profundamente al jelkidismo cuando el editorialista asegura que la propuesta «cuenta con un déficit: la nula credibilidad de Otegi y los suyos para cualquier propuesta política tras el fiasco de Anoeta y, en consecuencia, la duda razonable de si ETA va a volver a plantear su tutela sobre este planteamiento convirtiéndolo en un nuevo trágala. Batasuna necesitaba oxígeno y se ha ido al monte... pero ha parido un ratón». Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Maite SOROA | msoroa@gara.net