LAB y ESK denunciaron ayer la persecución que están padeciendo sus delegados sindicales en la empresa Serikat, una subcontrata que trabaja para el Centro de Cálculo de la Diputación alavesa. Los propios delegados y representantes de ambos sindicatos señalaron ayer que se han llegado promover asambleas para revocar su representación, en su opinión, como consecuencia de las presiones de la empresa .

ELA y LAB aseguraron que la persecución es consecuencia de haber demandado un pacto de empresa que mejorara sus condiciones. Calificaron a esta subcontrata como «de manual» por las condiciones precarias de los trabajadores que prestan su tarea a una institución pública, ya que, según explicaron los delegados, después de cuatro años en la empresa apenas cobran 890 euros netos al mes, a pesar de trabajar 1.800 horas al año.

Convenio

Tras promover elecciones sindicales, los delegados propusieron un pacto de empresa «que la dirección no quiso ni leer». A partir de ahí, según su denuncia, se han sucedido las «presiones y amenazas» a la acción sindical. Explicaron que la empresa presionó a otros trabajadores, convocó dos asambleas «para meter miedo» y trasladó a Gasteiz a empleados afines que han llegado a recoger firmas con el fin de revocar a los actuales delegados, con el argumento de que se está perjudicando a la empresa y peligra la renovación del contrato por parte de Diputación.

«A este tipo de empresas se les hace insoportable que haya respuesta sindical, criticaron. Arriesgan poco y reciben mucho dinero, mientras trabajadores con conocimientos les resuelven la papeleta que, de otra forma, la Diputación debería solventar con sus propios técnicos.

«No vamos a quedarnos con los brazos cruzados. No vamos a permitir que se interfiera en la labor sindical», afirmó Eli Vilumbrales, representante de LAB. Además, anunciaron movilizaciones si la empresa no cambia de actitud.

Por otro lado, las secciones sindicales de LAB y ESK en Diputación intentarán hacer llegar la situación a la Administración foral para que intervenga.

Serikat cuenta con una plantilla de 38 trabajadores y el pasado mes de setiembre los sindicatos ya denunciaron el despido de un trabajador tres semanas después de que la plantilla solicitara un informe a la Inspección de Trabajo sobre las condiciones de seguridad e higiene en los locales del Centro de Cálculo en los que prestan sus servicios. En este caso, los sindicatos también consideraron el despido como «un castigo ejemplar» y un aviso para el resto.