La ONU despliega sus cascos azules tras un tiroteo en la frontera líbano-israelí
El intercambio de disparos del miércoles en la frontera entre Líbano e Israel llevó a la ONU a reforzar su presencia en la zona con carácter disuasorio. Fuentes libanesas afirmaron que las tropas israelíes penetraron en su territorio, extremo negado por Tel Aviv.
GARA |
Cascos azules y soldados libaneses reforzaron ayer su presencia a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel, tras el aumento de la tensión después del intercambio de disparos entre militares de ambos países en la noche del miércoles, por primera vez tras el final de guerra del pasado verano. Los soldados franceses e italianos de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas (FINUL) desplegados en la zona estaban presentes cuando ocurrió el tiroteo, que no les afectó, aunque se interpusieron para evitar mayores consecuencias. El contingente fue reforzado con tanques y vehículos blindados que, con carácter «disuasorio», se desplegaron junto a la Línea Azul, la frontera que en 2000 fijó la ONU tras la retirada del Ejército hebreo tras 18 años de ocupación. También el Ejército libanés envió refuerzos y estableció nuevas posiciones.
El intercambio de disparos se produjo en una zona en la que soldados de infantería y fuerzas blindadas israelíes estaban realizando una operación para alisar un terreno fronterizo situado entre la Línea Azul y la cerca electrónica que Israel levantó en 2000. Fuentes libanesas indicaron que las apisonadoras israelíes cruzaron la Línea Azul, extremo que fue negado por Israel.
Las autoridades libanesas condenaron la «agresión» a su territorio y su soberanía y consideraron que se suma a «las violaciones del espacio aéreo que no han cesado desde el alto el fuego del pasado agosto», vuelos que Israel tiene intención de «reforzar», pese a asegurar que no está interesado en incrementar la tensión en la zona.
El Ejército libanés interceptó ayer en un suburbio de Beirut un camión repleto de armas, cuya devolución exigió, unas horas después, Hizbula.