El mundial de esquí alpino que se disputa en la estación sueca de Are fue ayer escenario de una de las mayores sorpresas, con la victoria del suizo Daniel Albrecht en la prueba de la Supercombinada masculina.

La disciplina de la combinada prueba la regularidad y, ante todo, la versatilidad de los esquiadores en pruebas técnicas y de velocidad. El esquiador helvético, que en la presente temporada contaba con un notorio quinto puesto en la Supercombinada de Wengen, dio la campanada al ser el más regular y arrebatar el título a los principales favoritos. El podio lo formaron el austríaco Benjamin Raich, el defensor del título, que logró la medalla de plata, y Marc Berthod, compatriota de Albrecht.

El eslalon vence al descenso

Los sorprendentes resultados de ayer se debieron principalmente a la habilidad de los medallistas en la prueba vespertina de eslalon, ya que los tres primeros de la Supercombinada coparon tres de los cinco mejores tiempos.

Mucho tuvieron que arriesgar los vencedores para suprimir su desventaja ante los velocistas. La carrera de la combinada se disputa por vez primera en un mundial con formato de Supercombinada, consistente en una manga de descenso seguida de una de eslalon, frente al antiguo formato de una manga de descenso y dos de eslalon.

Por ello, muy pocos hubiesen previsto tal vuelco clasificatorio, y bien se podría haber dicho que el estadounidense Bode Miller iba camino de lograr el oro, máxime cuando se impuso en la prueba de descenso.

Miller se hizo con el descenso de la combinada tras cubrir el recorrido de 2,6 kilómetros en 1:36.64, seguido del líder de la general de la Copa del Mundo, el noruego Aksel Lund Svindal, que tardó 20 centésimas más.

El austríaco Michael Walchhofer fue tercero en el descenso, a 53 centésimas de Miller, mientras que los esquiadores que coparon el podio se quedaban en una discreta segunda fila. Albrecht se quedaba en séptimo puesto, a más de un segundo de Miller, Marc Berthod terminaba décimo y el austríaco Raich sólo pudo ser decimocuarto. Mientras tanto, el campeón olímpico, el estadounidense Ted Ligety, fue trigésimo.

Sin embargo, el eslalon fue todo lo contrario. El mejor de esta disciplina fue Benjamin Raich, llevando a cabo una bajada excepcional. Detrás de él terminaron el francés Jean Baptiste Grange y el austríaco Mario Matt. Por su parte, Albrecht mantenía su línea de regularidad y terminaba con el quinto mejor tiempo, y, por acumulación, con el mejor tiempo global. Por contra, Bode Miller realizaba un penoso eslalon y, con el vigesimoprimer mejor tiempo, caía a la sexta posición de la clasificación.

Paerson, la más veloz

En otro orden de cosas, la local Anja Paerson marcó ayer el mejor tiempo en el segundo entrenamiento de descenso, con un segundo de ventaja sobre la estadounidense Lindsey Kildow.