La Policía francesa arrestó la noche del miércoles al andoaindarra Peio Álvarez Saleta en su domicilio de Ziburu en base a un requerimiento del magistrado de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón. Álvarez, que padece cáncer y sigue un tratamiento médico desde enero de 2004, debía ser ingresado el próximo 1 de marzo en el hospital de Burdeos para una sesión de radioterapia y para intervenirle quirúrgicamente. Según alertaron ayer sus familiares, si no es llevado al centro sanitario en la fecha señalada «puede llegar a morir».

La detención se produjo sobre las 20.45, según informaron tanto sus allegados como Askatasuna. Según las mismas fuentes, la irrupción policial en la vivienda resultó «bastante violenta, ya que rompieron la cerradura y echaron la puerta abajo». Además del joven, en la casa se encontraban sus padres y su hermano, que también fueron esposados en un primer momento. Tras comprobar que se trataba de sus allegados, a estos tres últimos les quitaron las esposas. No obstante, agregaron, los agentes procedieron a interrogarles.

El registro se prolongó hasta las 2.30, y los policías, según explicó Askatasuna, se llevaron consigo un ordenador portátil, un teléfono móvil, un disco duro, una agenda telefónica, sábanas, ropa y el cepillo de dientes.

Fue el popio detenido quien dio cuenta de su enfermedad a los agentes, a los que mostró su historial médico. Ante ello, la Policía le trasladó directamente al hospital de Hendaia.

Desde allí fue llevado a dependencias policiales en Baiona, hasta donde ayer se trasladaron sus familiares y varios amigos para interesarse por su situación. De hecho, los allegados de Álvarez llevaron hasta la comisaría los medicamentos que necesita el joven.

El arresto del andoaindarra se ha producido con motivo de una orden de busca y captura dictada por Garzón el pasado 29 de enero, en relación a la detención y posterior encarcelamiento de Iker Agirre Bernadal, quien fue arrestado el día 25 de ese mes en Port Bou.

La madre de Álvarez, en declaraciones a ETB, denunció la detención de su hijo y se preguntó por las razones del operativo policial, al tiempo que explicaba que, después de que ya haya sido intervenido en una ocasión, le ha sido detectado un nuevo tumor cancerígeno, lo que motiva que deba seguir un tratamiento y seguimiento médico exhaustivo.

Primeras protestas

Para denunciar el arresto de su convecino, en Andoain se movilizaron unas 130 personas -para hoy han convocado otra protesta a las 20.00 en la plaza Zumea- y en Ziburu otras 35.

Askatasuna, en su comunicado de prensa, se sumó a la exigencia de puesta en libertad y a la denuncia de esta operación policial. «La represión política debe cesar, porque vulnera derechos civiles y políticos; porque la represión no es el camino, sino es el del conflicto y el de la guerra», afirmó.