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Viaje de unos nietos a las cunetas de la memoria histórica

Se estrena «Tras un largo silencio", un documental que acompaña a los familiares de un grupo de fusilados durante la Guerra del 36 en el proceso de búsqueda de los restos. La película, dirigida por Sabin Egilior, llega mañana a las pantallas comerciales de Euskal Herria.

Karolina ALMAGIA | BILBO

En «Tras un largo silencio» no hay imágenes de la guerra, ni planos en blanco y negro, ni música que subraye el dramatismo de lo que se cuenta. Hay color, palabras, silencios y miradas que se pierden en el vacío. El documental escrito y dirigido por Sabin Egilior y producido por Carlos Juárez acompaña a los familiares en la búsqueda de los restos de sus abuelos y tíos, cuya pista se perdió hace 70 años.

«Ha sido un trabajo complicado porque no podíamos planificar la duración del rodaje, ya que queríamos filmar todo el proceso de investigación, desde que se recaban las primeras pistas hasta que se hace la ceremonia de entierro de los restos hallados», señaló el director ayer en Bilbo, donde tuvo lugar la presentación del filme. Egilior se integró en el equipo de Aranzadi que durante tres años desarrolló la investigación sobre los desaparecidos de la guerra para grabar los testimonios con los que construyó el documental.

La película sigue dos procesos diferentes de búsqueda de fusilados de Murchante (Nafarroa) y Labastida (Araba). Paralelamente, acompaña a dos ancianos que se desplazan 400 kilómetros para visitar el edificio en donde estuvieron presos y ofrece el estremecedor testimonio de un testigo del bombardeo de Otxandio, en el que murieron familias enteras. «Cambiamos de idea sobre la marcha, ya que la investigación que estábamos rodando no dio sus frutos. Entonces decidimos abordar el proceso completo desde las dos perspectivas: los que consiguen encontrar a sus familiares y celebrar el duelo y los que no lo consiguen. Por otro lado, queríamos dejar testimonio de aspectos de la guerra que todavía hoy son desconocidos. Así como el bombardeo de Gernika forma parte de la memoria histórica, a su sombra se han quedado ocultas muchas otras historias».

Largo silencio

El rodaje del documental fue complejo por muchos aspectos. «A muchos testigos les costaba mucho expresar lo que sentían. Habían asumido una especie de censura interior, como si para ellos fuera un problema tener un familiar fusilado, de tal manera que fuera de casa no lo comentaban con nadie», indica el productor, Carlos Juárez. En algunas zonas, además, todavía se vive con temor este tema -«no quiero líos», dice uno de los testigos-, según saca a la luz la película. «En Labastida, el pueblo más represaliado de Alava y donde todavía hoy gobierna el PP, se habla en bajo de lo que pasó y los mayores tienen miedo de ser imprudentes. Los que se rebelan hoy día, los que quieren sacar la historia a la luz, son los nietos, porque ni los que lo sufrieron ni sus hijos quisieron hablar de ello durante años. La búsqueda de los desaparecidos se podría haber iniciado una vez acabado el franquismo, pero no se hizo. Es como si les hubieran enterrado dos veces. Entonces y hasta ahora se ha optado por `no remover' lo sucedido, mientras los familiares no tenían dónde llorar a sus muertos», dicen los autores de la película.

Juárez recuerda que hubo problemas incluso a la hora de buscar financiación. «Tuvimos que hacer un esfuerzo a la hora de convencer a las instituciones de que no estábamos ante un trabajo político, sino ante un intento de socializar el dolor, de contar lo que sucedió. Es un documental sobre seres humanos, no sobre banderas».

Hasta ahora, la productora Basque Film había abordado sobre todo películas de ficción. «Cuando haces un documental te queda un buen sabor de boca que va más allá de los resultados comerciales. Te implicas mucho con los personajes, porque son reales». «Tras un largo silencio» fue presentada en el Museo Guggenheim el pasado noviembre durante el Festival de Cortometraje y Documental. «Algunos de los que salen en la película han muerto. Otros asistieron a la proyección, oyeron los aplausos y sintieron cierto alivio porque, por fin, tantos años después, han contado públicamente lo que pasó».

CENSURA INTERIOR
A muchos testigos les costaba expresar lo que sentían y ésa fue una de las dificultades a la hora de rodar. Habían asumido una especie de censura interior, como si fuera algo molesto tener un familiar desaparecido.
Ficha
Título: «Tras un largo silencio". Director: Sabin Egilior. Producción: Basque Film Services. Fechas de rodaje: Desde enero de 2003, cuando arrancan las investigaciones, hasta setiembre de 2006.

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