El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y el Programa Alimentario Mundial reclamaron ayer medidas urgentes para mejorar las condiciones de salud de cerca de 90.000 saharauis refugiados en los campamentos de Tinduf, según informó la agencia de noticias MISNA.

Expertos de ambos organismos constataron un preocupante aumento de la malnutrición aguda entre los habitantes de los campamentos y un número creciente de casos de anemia entre las mujeres embarazadas.

Por ello, recomendaron que se establezcan nuevos criterios para la distribución de las ayudas alimentarias. También destacaron de forma negativa que generaciones enteras «no conocen otro lugar que el desierto en el que viven».