Una juez italiana envía a juicio a 26 agentes de la CIA por secuestro
Los antiguos jefes de los servicios secretos italianos (SISMI) y 26 agentes de la CIA han sido enviados a juicio por la juez Caterina Interlandi por su implicación en el secuestro del imán de Milán, Osama Mustafá Naser, que posteriormente fue trasladado en secreto a Egipto, donde denunció haber sido torturado. El Gobierno italiano debe pedir ahora la extradición de los agentes de la CIA, algo que parece improbable.
GARA |
La jueza Caterina Interlandi decidió ayer enviar a juicio a los antiguos jefes de los servicios secretos militares de Italia (SISMI) y a 26 agentes de la CIA estadounidenses, acusados del secuestro del imán de la mezquita de Milán, Osama Mustafá Naser, en febrero de 2003.
Entre los procesados figura el antiguo jefe del SISMI Nicollo Pollari y el ex número uno del servicio de contraespionaje Marco Mancini, el anterior responsable de la CIA en Italia, Jeff Castelli, y su hombre en Milán, Robert Seldon Lady.
El juicio comenzará el 8 de junio, por decisión de la jueza, y en total están encausadas 35 personas, aunque dos de ellas han pactado con la Justicia italiana su condena y su pena al reconocer que participaron en los hechos, según se supo ayer.
Se trata de Luciano Pironi, un carabinero condenado a nueve meses y diez días por su participación en el secuestro, y Renato Farina, un periodista del diario «Libero», que confesó haber colaborado con los servicios secretos italianos y que ha sido condenado a seis meses por «encubrimiento».
De momento, quienes con toda seguridad se sentarán en el banquillo de los acusados son aquellos que tienen nacionalidad italiana. Además de Pollari y Mancini, son otros dos altos funcionarios del SISMI, Luciano Seno y Pio Pompa, y los agentes Raffaele Ditroia, Luciano di Gregorio y Giuseppe Ciorra.
Sin embargo, está por ver si los agentes de la CIA llegarán a estar presentes en el juicio, ya que el Gobierno italiano que preside Romano Prodi debería pedir primero su extradición a Estados Unidos, una solicitud que ya rechazó su antecesor en el cargo, Silvio Berlusconi. Prodi ya ha dejado caer que seguirá el ejemplo del líder de Forza Italia, por lo que la extradición aparece como imposible.
Prodi ha recurrido al argumento de que una demanda de extradición deterioraría las relaciones con Washington, que no atraviesan su mejor momento desde el procesamiento de un militar estadounidense por la muerte del agente secreto italiano Nicola Calipari en Irak en marzo de 2005, la ampliación de la base militar que EEUU tiene en Vicenza y las reticencias de Roma para enviar más tropas a Afganistán.
De hecho, el actual ministro de Justicia, Clemente Mastella, tiene la carpeta con la petición de las extradiciones formulada por la Fiscalía de Milán desde hace meses sin que hasta el momento haya tomado decisión alguna.
En cualquier caso, la Justicia italiana permite el juicio en rebeldía, por lo que el proceso podría seguir adelante contra los agentes de la CIA incluso aunque no estuvieran físicamente sentados en el banquillo de los acusados.
De todos modos, se ha cursado una euroorden contra los 26 agentes, por lo que podrían ser detenidos si abandonan Estados Unidos hacia cualquier país de la Unión Europea.
Tras su secuestro en Milán, Osama Mustafá Naser fue trasladado a Egipto, donde fue encarcelado y sufrió graves torturas, según ha denunciado él mismo en varias ocasiones.
Pese a la decisión de la jueza Interlandi, aún queda un largo proceso para que los agentes y dirigentes del SISMI puedan ser juzgados, ya que el Gobierno italiano ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra el Tribunal de Milán por «violación de secretos de Estado» por la orden de proceder a escuchar las conversaciones secretas de los espías.
Si el Tribunal Constitucional acepta el recurso, el proceso podría suspenderse hasta que se resuelva la cuestión de fondo. Si le da la razón al Gobierno, quedarían sin valor los documentos en los que se basa la acusación.