La compra del banco estadounidense Compass Bancshares es la mayor operación efectuada por el BBVA, con la que pretende el objetivo de convertirse en el principal banco de la franja sur de Estados Unidos. Una pretensión que es bastante más ambiciosa que su tradicional aspiración de fortalecerse para protegerse de los compradores, es decir, de compradores poderosos como es hoy esa entidad. Tras el intento fallido de adquisiciones en Europa, concretamente del BNL italiano, y sin quitar la vista del Santander, que adquirió Abbey en Gran Bretaña, apostó por la aventura americana, que acaba de comenzar con éxito, aproximadamente en el vigésimo puesto en el ranking de bancos estadounidenses. Exito como concepto capitalista, sinónimo de dinero, de poder. E insaciable, puesto que, en la lógica más estricta del capitalismo, la cada vez mayor concentración de capital es a la vez un modo de hacer frente a la vulnerabilidad en un mundo en el que impera la ley del más fuerte. Así se entiende que el presidente del BBVA ayer, al ser preguntado sobre posibles nuevas compras, no descartara nada; al contrario fue explícito al especificar los lugares donde en un futuro pretende extender su imperio pecuniario: Europa, posiblemente Latinoamérica y el Sudeste asiático, es decir, todo el mundo.

Sólo en la lógica mencionada se puede comprender que una entidad que en el pasado ejercicio obtuvo 4.700 millones de beneficios, lo que le supuso un incremento de más del 24%, mantenga a sus miles de empleados absolutamente al margen de dicha bonanza. El pasado año los trabajadores del BBVA apenas tuvieron un incremento salarial por debajo del IPC, con la consiguiente pérdida de su poder adquisitivo .

Por otro lado, el BBVA ha hecho uso de sus acciones en Iberdrola para comprar el banco norteamericano, lo que supone en la práctica su abandono de la empresa eléctrica, a la que poco a poco se está despegando del capital empresarial y financiero vasco. De hecho, tras esta operación, Iberdrola queda en manos de la industria del cemento española. A Bilbo le queda la sede social.