«Reasignar derechos de viñedo no debe encubrir una liberalización"
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |
Desde Rioja Alavesa, los viticultores siguen con preocupación los planes de la Comisión Europea para modificar la Organización Común del Mercado, que puede suponer cambios importantes en una producción que hasta ahora están sacando adelante con éxito. La competencia de vinos de fuera de la UE hace que Bruselas contemple prácticas rechazadas en denominaciones que ponen por delante la calidad, como el caso de Rioja.
Eduardo Pérez de Azpillaga, vocal de UAGA en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Calidad Rioja, espera recibir desde Bruselas los detalles de la resolución que esta semana ha aprobado el Parlamento Europeo sobre la reforma propuesta por la Comisión Europea. En principio, y aunque no es una propuesta vinculante, frena los planteamientos de la Comisión sobre un arranque masivo e indiscriminado de viñedos y una liberalización posterior de los derechos de plantación. Pero Pérez de Azpillaga espera a conocer la «letra pequeña» que podría dejar la puerta abierta a una liberalización encubierta del sector.
¿Cómo valora lo que ha conocido hasta ahora de la resolución del Parlamento Europeo sobre la reforma del mercado del vino?
En principio propone que el arranque no sea el eje principal de la reforma, sobre todo en el volumen de masa vegetal que se quiere arrancar y en el presupuesto que se va a destinar al arranque. Según la propuesta de la Comisión, el porcentaje del presupuesto destinado a subvencionar el arranque de viñas y el abandono de la producción está en torno un 40%. El Parlamento, en cambio, prevé dejar que cada región o estado ponga un límite a lo que se va a arrancar y a las condiciones de arranque. No propone tanto como la Comisión, que preveía 400.000 hectáreas con 2.400 millones de euros de presupuesto, sino que deja una vía abierta a que cada región o Estado miembro ponga una cota tanto a la superficie a arrancar como a las condiciones de arranque.
¿Les deja este cambio más tranquilos a los productores?
Creo que el arranque de la propuesta de la Comisión no iba a afectar a Rioja, aunque sí a la Denominación de Origen Navarra, porque aquí los propios derechos de plantación están más caros que lo que se iba a pagar por el arranque. Pero habrá que ver qué pasa dentro de cinco años en Rioja. En la D.O. Navarra el cambio introducido en el Parlamento sí puede asegurar el funcionamiento del sector.
¿Qué cambios recoge en cuanto a la liberalización de las plantaciones, que ahora se encuentran limitadas en Rioja?
Propone que se mantengan los actuales derechos de plantación de viñedo y no una liberalización tan fuerte como planteaba la Comisión, que proponía liberalizar todo para 2013. De esta forma va a haber un control mayor en las plantaciones en la Unión Europea, pero el Parlamento sí matiza que haya una reasginación de los nuevos derechos.
No sabemos todavía en qué condiciones va a ser esa limitación, si va a estar en manos de los estados miembros, las provincias, las comunidades autónomas o los propios consejos reguladores. Nos falta el documento definitivo para saber si nos va a gustar más o menos.
Una de las matizaciones es que podría eliminarse los límites a las plantaciones de viñedos en caso de, por ejemplo, agricultores jóvenes ¿Cree que se trata de una medida acertada?
Hace falta gente joven en la agricultura, eso por descontado. El problema de esta reasignación es cómo limitarla. No quiero decir que haya que limitársela precisamente a los jóvenes, pero no pretendamos encubrir una liberalización con una reasignación de derechos de plantación. Otra cosa es cómo se haga el reparto. El reparto ya me lo jugaré yo en mi casa, si lo va a hacer Diputación, el Gobierno vasco o el Consejo Regulador, porque yo no le quiero poner puertas al campo. Pero si con esos nuevos derechos encubrimos una liberalización estamos haciendo lo mismo.
¿Cree que estos cam bios que ha introducido el Parlamento Europeo van a hacer cambiar la decisión de la Comisión Europea sobre la reforma?
Las decisiones del Parlamento Europeo sobre agricultura no son decisiones vinculantes para la Comisión. Esperemos que este acuerdo del Parlamento se tome como referencia, pero no es vinculante. El problema es que tampoco sabemos todo lo bueno o lo malo que ha sido. En un principio, las intenciones que tenían el año pasado tanto la comisaria como los gestores de la propuesta de reforma de la OCM era que no cambiaría un ápice. Hace falta saber la presión que están haciendo todos los estados miembros para ver lo capaces que han sido de modificar algo. No digo que ese cambio sea bueno o malo, pero al menos modificar algo para que no revienten el sector, aunque luego intentemos seguir trabajando.
Se supone que el segundo borrador del documento tenía que haber salido hace dos meses. Estaba previsto sacarlo a primeros o mediados de diciembre del año pasado, luego lo retrasaron hasta finales de enero, después a finales de febrero y ahora se supone que el documento final de trabajo saldrá entre finales de marzo y primeros de abril.
¿Y esperan que en ese texto se refleje que el debate parlamentario haya servido para frenar la iniciativa de Bruselas?
Imagino que la Comisión tendrá que hacer algo de caso al documento del Parlamento, puesto que si ha salido por mayoría querrán que se vea reflejado en algún lado a la hora de votar el documento final. Se supone que la Comisión hará algún gesto, pero no sé cuál.
¿Cómo quedan el resto de temas, como las ayudas al mosto o a la destilación?
La propuesta sobre la destilación para alcohol era dejar el sistema tal y como está ahora y las ayudas a mosto y a la chaptarización también se mantenían, pero no me puedo mojar mucho más porque todavía no lo tenemos claro.