crítica | música
Los chicos del coro
Mikel CHAMIZO
Les Petits Chanteurs de St. Marc son el coro infantil que grabó la banda sonora original de la exitosa película de Christophe Barratier «Los chicos del coro», y fue precisamente bajo ese título como se presentó su actuación en Donostia, que se saldó con un lleno casi absoluto gracias a la inteligente campaña publicitaria de los organizadores, pues resulta poco probable que un coro infantil, por bueno que sea, pueda despertar el interés de casi dos mil personas. Además, logró captar la atención de un público distinto del que se suele ver habitualmente por el Kursaal de Donostia, más heterogéneo, al que se le ofreció un programa fácilmente digerible, basado en una sucesión de piezas breves en formato canción y con una tendencia al melodismo melancólico con un puntillo hortera en ocasiones.
La gente, por supuesto, estaba encantada, aunque al final el formato pudo llegar a resultar un tanto tedioso, por la similitud de las piezas y porque el director, Nicolas Porte, lo dirige todo igual, bien sea el «Ave Verum» de Faure o el espiritual «Amazing grace». Les Petites Chanteurs de St. Marc es, ciertamente, un coro muy notable, con una sonido encandilador en los tiples agudos y una afinación y equilibrio muy trabajados, pero el programa no dio opción a vislumbrar sus verdaderas posibilidades.
Al final de la segunda parte, el Orfeoi Txiki del Orfeón Donostiarra se unió a los chicos del coro para ofrecer una selección de la música de la película, y ciertamente lograron estar a la altura de los franceses, a pesar de que la amplificación dejó a los chavales donostiarras en un segundo plano. A las órdenes de Esteban Urzelai, y ya en solitario, interpretaron también una bonita pieza de Eva Ugalde, «Iratxoa», que demostró el buen trabajo de formación que hace el Orfeón Donostiarra con su cantera.