La muerte de un trabajador, de un compañero, nos conmueve en lo más íntimo. Ion Stefan Constantin ha muerto en un accidente de trabajo en nuestra empresa. Dejó su país, Rumanía, para sacar a su familia adelante de la única forma que sabía hacerlo, trabajando. Y el trabajo lo ha matado.

Los trabajadores de V. Luzuriaga, con un día de luto, hemos querido mostrar nuestra tristeza y rabia por su muerte, porque para Ion Stefan no hay medallas ni funerales oficiales, únicamente el dolor inmenso de su familia que, por desgracia, nunca nada podrá aliviar. Hemos conocido a su madre, a su esposa y al hijo mayor. Han querido estar presentes en la concentración que hemos realizado y nos han agradecido, como si nos debieran algo, el apoyo recibido de los trabajadores. Son gente humilde, que no comprenden por qué su familiar ha muerto. Y todos tenemos la obligación de responder a esa pregunta.

Ha resultado estremecedor ver a la madre de Ion sacar del bolsillo un recorte de periódico en el que se daba a entender que no se sabía qué hacía su hijo dentro de la máquina si su trabajo estaba fuera, y preguntarnos: «¿verdad que mi hijo no tuvo la culpa?».

Señora, quédese tranquila. Su hijo no ha tenido ninguna culpa. El no ha hecho más que trabajar, y el trabajo no mata, lo que mata son las malas condiciones de trabajo. Esperamos y exigimos una investigación rigurosa.

Nos queda consolar y ayudar a su familia, pues lo va a necesitar. Pero esta trágica muerte no puede caer en el olvido, no puede ser un número más en las frías estadísticas de las muertes en accidentes de trabajo. Es necesario que todos tomemos conciencia de la situación y, para ello, debemos ser activos en la exigencia a los empresarios de que cumplan con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y a las instituciones de que vigilen con más celo su cumplimiento. Nosotros los trabajadores debemos exigir, en nuestros centros de trabajo, su cumplimiento, por una sencilla razón: nos va la vida en ello.

Vaya desde aquí nuestro más profundo y sentido pésame a la familia, amigos y compañeros de Ion Stefan Constantin.