La Diputación de Gipuzkoa sale al paso de Praileaitzen Lagunak y, por boca del director foral de Cultura, Imanol Agote, defiende su gestión en torno al importante yacimiento paleolítico que la asociación recién constituida considera amenazado por la cantera de Sasiola.

Agote recuerda que fue el propio diputado general, Joxe Joan Gonzalez Txabarri, quien levantó la bandera de la protección de la cueva, y es cierto que se comprometió a dar todos los pasos precisos para protegerla; sin embargo, el Gobierno vasco se ha negado a incoar expediente para declarar la cueva monumento hasta que, por ley, no ha tenido más remedio, es decir, hasta que han aparecido pinturas. Y en cuanto al entonces nuevo propietario de la cantera, Amenabar, es bien sabido que en este tiempo no ha hecho sino acelerar la explotación de la cantera. No es un reproche, sino una constatación.

Asegura Agote que la gestión foral en este asunto ha sido totalmente transparente, pero cabe recordar que no fue la Diputación, sino la asociación Mutriku Natur Taldea la que hizo público el hallazgo de las pinturas, al tiempo que denunciaba que las labores de la cantera se habían acelerado. La Diputación prefirió no responder a esta denuncia. Casi un mes después, hizo oficial el hallazgo. Sólo a requerimiento de los periodistas el diputado general se refirió a la denuncia, calificando a quienes la habían formulado como «marikontras» y «patxikontras». Varios meses después la asociación Praileaitzen Lagunak, constituida por conocidos profesionales de la cultura, realizó una denuncia en términos muy similares a la de Mutriku Natur Taldea. En este caso la Diputación optó por dar una respuesta el mismo día. ¿Cuál es la actitud modélica? ¿La del silencio o la de la réplica casi en tiempo real? En mi opinión, es obvio que ni una ni otra actitud tienen que ver con la transparencia, sino con los intereses informativos de la propia Diputación. En esta ocasión lo más conveniente le pareció responder a unos denunciantes que, por su «calidad», van a influir mucho más en la opinión pública.

Imanol Agote lamenta haber escuchado denuncias genéricas, pero no propuestas concretas en torno a este asunto. ¿No es una propuesta que se paralicen las voladuras hasta que no se garantice la viabilidad del yacimiento? Otra cosa es que no le guste a la Diputación o, tal y como Agote afirma, «por responsabilidad, dadas las implicaciones económicas», no pueda asumirla. Por tanto, no es que no haya habido propuestas, sino que la diputación no ha «podido» asumirlas.

A falta de propuestas «asumibles», lo que ha hecho es encargar un estudio para medir el efecto de las voladuras, en base al cual afirma ahora que el yacimiento no ha corrido riesgo en ningún momento y que, en todo caso, su régimen de protección es mejorable y, de hecho, anuncia que va a presentar alegaciones ante el Gobierno Vasco en tal sentido. Entre otras cosas, va a proponer que la distancia mínima a la que se efectúen las voladuras de la cantera no sea de 100 metros, como hasta ahora, sino de 150, y contados no desde la boca de la cueva, sino desde la sala de las pinturas. Es decir, con independencia de si el yacimiento está en peligro o en qué medida lo está, su régimen de protección es manifiestamente mejorable incluso desde el punto de vista de la propia Diputación. ¿Es, por tanto, descabellado afirmar, como ha hecho Praileaitzen Lagunak, que las instituciones no han hecho lo suficiente?

Ahora bien, las mejoras que plantea la Diputación no son sino alegaciones, o sea, propuestas. Incluso en el caso de que el Gobierno Vasco las aprobara tal cual, ¿cuándo entrarían en vigor? Cuando el Gobierno resuelva el expediente, algo que no cabe esperar que se produzca hasta dentro unos meses.

En estas circunstancias, que un grupo de profesionales haya decidido salir del taller o del estudio para constituir Praileaitzen Lagunak es una excelente noticia. El mero hecho de haber hecho pública su preocupación contribuirá, está contribuyendo ya, a que el yacimiento de Praileaitz se conserve, y en las mejores condiciones posibles.

Una última cuestión:¿Dónde está el Gobierno vasco en este asunto? ¿Miren Azkarate no tiene nada que decir?