El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, emplazó a la comunidad internacional a no ser «un espectador pasivo» ante «los crímenes flagrantes» que tienen lugar en el Sahara Occidental.

Durante las celebraciones del XXXI aniversario de la proclamación de la RASD, Abdelaziz reiteró el rechazo de los saharauis al plan de autonomía de Marruecos. «El Frente Polisario no puede de ninguna manera aceptar un enfoque fútil conocido bajo el nombre de autonomia interna, que es un vano intento de legitimar la ocupación marroquí y, por tanto, el hecho colonial en el Sahara Occidental», subrayó. En ese sentido, incidió en que el plan de Rabat es «una maniobra dilatoria» que viola deliberadamente el derecho internacional y conlleva el germen de «la desestabilización del conjunto de la región».

«Es una versión de la anexión forzada e ilegal del territorio susceptible de provocar los mismos resultados nefastos», resaltó. Dejó claro que no hay solución posible si no se respeta el derecho de autodeterminación y la independencia.

«La soberanía sobre el Sahara Occidental es propiedad única y exclusiva del pueblo saharaui y él es el único legitimado para decidir sobre la misma», reiteró.

Abdelaziz denunció con contundencia las «prácticas represivas» contra una población que «no hace más que manifestarse pacíficamente por el respeto de los derechos humanos» e hizo un llamamiento «a todos los gobiernos del mundo» para que «cese la tortura contra civiles indefensos, los encarcelamientos, los asesinatos».

Instó también al fin de «las deportaciones al interior de Marruecos, la apropiación de las riquezas saharauis y las exacciones cometidas contra todos los sectores de la sociedad».

Críticas al Gobierno español

Abdelaziz tuvo duras palabras para el Ejecutivo de Zapatero y le exigió que «repare sus errores y asuma su responsabilidad histórica, legal y moral contribuyendo a ultimar la descolonización del Sahara Occidental».

«La posición ostentada por el actual Gobierno español, que optó por la abstención durante una votación en las Naciones Unidas sobre la celebración de un referéndum de autodeterminación, y el rearme del ocupante marroquí son signos que revelan más bien la persistencia de este error y el rechazo a asumir tales responsabilidades».

En la misma línea, el primer ministro Abdelkader Taleb Omar criticó que Marruecos «intenta desde 1975 imponer una solución, pero ha quedado claro que esta situación no acabará hasta que se respeten por completo los derechos de los saharauis. La autonomía es una opción del plan Baker II, pero son los saharauis los que deben elegir». Este plan, aprobado por Naciones Unidas en 2003, establece un periodo de autonomía de cinco años tras el cual se produciría un referéndum.

Tras afirmar que la propuesta de autonomía «carece de salida y es una iniciativa amarga» y ante el parón de las negociaciones, no descartó una «solución armada». «Desde luego, es un tema, una opción que no se puede descartar», manifestó, si bien expresó su voluntad de negociar una salida política.

En cuanto a la situación actual, Taleb Omar responsabilizó al Alto Comisionado de Naciones Unidas (ACNUR) de «vaciar el stock de ayuda alimentaria ya que hace algunos meses que no llega alimento» procedente de esta organización.

«Situación preocupante»

Precisamente, en declaraciones a Europa Press, el ministro de Cooperación de la RASD, Salek Baba, alertó de la «preocupante situación» de la población, que podría ser de «máxima gravedad» si continúan los recortes en la ayuda humanitaria que se suceden desde agosto de 2005. Según señaló, en el último año y medio, la ayuda se ha reducido en un 43%. «De los 158.000 atendidos, hemos pasado a 90.000, y eso supone una repercusión gravísima. Explicó que cada familia atendida suele recibir 12 kilos de cereales, un litro de aceite, un kilo de azúcar y otro de legúmbres, así como dos envíos de verduras frescas al año, además de «distribuciones especiales» en ocasiones especiales, como el Ramadán. Babá pidió a ACNUR así como al Programa Alimentario Mundial que «asuman completa su responsabilidad». Afirmó que la solución más rápida pasa por «una resolución política» entre el Frente Polisario y Marruecos.