El supuesto carácter experimental de la campaña de la anchoa autorizada por la Comisión Europea entre los meses de abril y un junio está cada vez más en cuestión, en contra de las reclamaciones de los arrantzales vascos. El comisario de Pesca, Joe Borg, estimó ayer que «es lícito comercializar la anchoa» que se capture en el Golfo de Bizkaia en las campañas experimentales que llevarán a cabo hasta 28 barcos entre abril y junio, y no descartó reabrir la pesquería en el plazo de un año.

«No hay ninguna base legal que prohíba la comercialización y la venta de este pescado durante el proceso», señaló Borg ante la comisión de Pesca del Parlamento Europeo en respuesta a una pregunta del eurodiputado del PNV, Josu Ortuondo. Agregó, sin embargo, que la Comisión «analizará de cerca» la pesca experimental, «tanto durante la planificación como por lo que respecta al control de las capturas. Así nos aseguraremos de que una vez que tengamos suficiente información llevaremos a cabo las medidas necesarias».

La UE decidió el pasado mes de diciembre mantener la veda de la pesca de la anchoa en el Golfo de Bizkaia. Sin embargo, las presiones políticas, sobre todo desde el Estado francés, hicieron de nuevo que suavizara su postura, en esta ocasión no con una apertura explícita de la campaña, pero si autorizando la realización de lo que denominó «campañas experimentales», pese a que tales labores ya las realizan barcos de carácter científico. Para estas campañas fijó un límite máximo de 28 embarcaciones -20 para el Estado español y ocho para el francés- que faenarán entre el 15 de abril y el 15 de junio. Los arrantzales sospechan que tras esta decisión se oculta una apertura encubierta de la pesca comercial y han denunciado la intención de los pescadores del Estado francés de vender la anchoa capturada en una actividad que en teoría tiene como cometido «recolectar datos para conocer el estado de las reservas».

Por ello han reiterado su reclamación de que se prohíba comercializar la anchoa capturada. Sin embargo, la respuesta del comisario parecen confirmar sus sospechas.

Reabrir la pesquería

Borg explicó que «la pesca experimental que se acordó en el Consejo de diciembre tiene como objetivo recabar información prematura sobre el estado de las reservas» y que el proceso terminará con un informe de la Comisión en julio en el que podría incluso recomendar la reapertura de la pesquería. «Si los científicos nos dicen que sí, entonces reabriremos las posibilidades de pesca», afirmó.

Añadió que «si no hay muchos ejemplares es casi imposible aumentar las reservas, pero los científicos nos dicen que es posible reabrir la pesca en un año si estas reservas se han recuperado en cierta medida».

El comisario subrayó la importancia de que «los científicos nos den la información necesaria para poder establecer la evaluación de las reservas» y se refirió a la reunión que celebraron los pasados 19 y 20 los expertos del grupo de trabajo del comité científico, técnico y económico, que tendrán que determinar, «cómo deberán desplegarse los 28 barcos en el espacio y en el tiempo» en el Golfo de Bizkaia. La Comisión decidirá en base al informe de este grupo de trabajo a mediados de marzo y también contará con los informes de los datos de las campañas experimentales. Bruselas lo debatirá en torno al 22 de junio y tomará una decisión para establecer un reglamento aproximadamente a principios del mes de julio. Los arrantzales demandaron el lunes en el Parlamento de Gasteiz un posicionamiento en contra de la comercialización de la anchoa ante la crisis del recurso y criticaron el abandono por parte del Gobierno español al no defender sus intereses y ceder ante el Estado francés en esta cuestión.

La ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, replicó ayer desde Gasteiz asegurando que en 2005, «cuando empezamos con el tema de la anchoa, ellos pidieron hacer campaña científica y ahora la rechazan», lo que consideró una posición «incoherente».

La ministra responde

Espinosa recordó que una campaña científica no tiene por qué autorizarla la UE, ya que «puede definirla cada uno de los estados miembros, como hemos hecho en 2005. Por tanto, digamos lo mismo en cada ocasión y no cuando nos conviene».

La ministra «lamentó» las declaraciones de las cofradías vascas, que habían criticado las actitudes «chulescas» del Ejecutivo. «Acusan al Ministerio de que no se les tiene en cuenta; les puedo presentar las actas de las reuniones, porque han estado presentes en todas» y aseguró que el Gobierno español «ha permitido por primera vez en la historia que participe el sector en las reuniones del comité científico de la UE. Les hemos permitido que estén allí para que vean que obramos con total transparencia, cosa que ellos no hacen con el Ministerio».

Espinosa también replicó a las críticas de los pescadores que «dicen que no hemos pagado las ayudas al gasóleo. A ver si tengo que presentar también públicamente los justificantes de las transferencias», concluyó.